Después de los esfuerzos realizados con la operación bikini, la llegada de las vacaciones son sinónimo de relajación, de caprichos gastronómicos, de ingesta de alimentos ricos en grasas y azúcares, de sedentarismo y de cambio de los hábitos de sueño. La sorpresa llega cuando volvemos a casa y nos encontramos con la báscula. Imposible negarlo, nuestro cuerpo revela los excesos de las vacaciones. ¿La solución? Clínica Planas propone una dieta detoxificante totalmente personalizada, a base de alimentos como el ajo, la cebolla, el limón y la miel. Una dieta equilibrada es uno de los pilares fundamentales para mantener el cuerpo saludable, prevenir determinadas enfermedades y alcanzar la longevidad. Aunque el cuerpo tiene mecanismos para regenerarse y desintoxicarse es recomendable ayudarlo con una dieta adaptada a las necesidades de cada persona. Pero no hay que confundir términos: no hay alimentos malos, sino hábitos poco saludables. Por este motivo, resulta fundamental visitar al médico especialista para que realice un estudio de las necesidades alimentarias de cada uno y posteriormente desarrolle una dieta específica para cada persona. Y es que según la edad, las medidas corporales, las medidas la constitución, la distribución de músculo, grasa, agua, y el sexo, se tiene unas necesidades distintas: no puede comer igual una mujer embarazada que un hombre joven deportista.
Se trata de elegir aquellos alimentos que sean capaces de infundirnos altas dosis de salud. Los antiguos hablaban de cuatro básicos para mantenerse sano: ajo, cebolla, limón y miel.
El Doctor Manuel Sánchez desde el Departamento de Nutrición de la Clínica Planas ha elegido algunos alimentos para ayudar a purificar el cuerpo después del verano. Las crucíferas: Col, coliflor, brécol, coles de bruselas Desde tiempos antiguos se han empleado para depurar y desintoxicar el organismo, con una elevada concentración de calcio y también de fibra, ideal para un adecuado tránsito intestinal así como para prevenir la hipertensión.
Berros: es una excelente fuente de minerales, betacarotenos y vitaminas C y E. La forma más eficaz es licuarlo en un zumo
Alcachofa: diurética, aumenta el flujo de orina, favorece la desintoxicación hepática atenuando el impacto de los tóxicos sobre este órgano. Perejil: es una hierba medicinal, rica en vitamina C, hierro, calcio y antioxidantes.
Apio: Ayuda a la disminución del ácido úrico y los residuos tóxicos, tiene un efecto protector sobre las vías urinarias y contiene mucha fibra, útil para acelerar el tránsito intestinal.
Aceite de oliva virgen: es antioxidante, reduce el colesterol malo y el azúcar en la sangre. Tiene efectos antineoplásicos, a nivel cardiovascular, digestivo, hepático, etc… y en los procesos ligados a la depuración.
El ajo y la cebolla: Alimentos ricos en principios activos antioxidantes, ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos. Además, el ajo es un purificador muy poderoso. Limpia los intestinos, depura la sangre y renueva todo el sistema interno.
El pescado azul: Portador de grandes cantidades de Omega 3, mejora la producción de energía del corazón, mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa. Además, los ácidos grasos esenciales juegan un papel muy importante en nuestro equilibro biológico ya que constituyen los fosfolípidos de las membranas de las células.
Ejercicio físico: además de cuidarse en la alimentación, es conveniente sino indispensable hacer algo de ejercicio físico. De entre todos los ejercicios o deportes que se pueden elegir, lo mejor para empezar sería nadar y andar a paso rápido para que nos permita hablar mientras lo hacemos.