En España, cada año fallecen más de 125.000 personas debido a patologías cardiovasculares, siendo la principal causa el infarto de miocardio. Por género, las enfermedades cardiovasculares entre las mujeres suponen la primera causa de fallecimiento, con un 32%, mientras que, en el caso de los hombres, este porcentaje se sitúa en el 26%.
Por este motivo, y coincidiendo con el Día Mundial del Corazón, el próximo 29 de septiembre, iSalud.com, el comparador de seguros médicos líder en España, recuerda que las enfermedades cardíacas son la primera causa de mortalidad pero que pueden prevenirse llevando una dieta sana y equilibrada, con un mayor consumo de frutas, verduras, pescado o legumbres, y practicando ejercicio de forma regular. Y por supuesto, eliminando el consumo de tabaco y alcohol.
"Desde que nacemos es importante cuidar nuestro corazón. Sin embargo, en cada etapa de la vida debemos prestar atención a determinados aspectos. Así, entre los 20 y los 30 años, sería aconsejable empezar a controlar la presión arterial, el colesterol, la glucosa y el peso. Entre los 30 y los 40, además, debemos vigilar el estrés y acudir al médico para que estudie patrones y antecedentes familiares y comenzar a realizar acciones de prevención. Entre los 40 y los 50, es clave vigilar el peso y los niveles de glucosa., y a partir de los 50, la alimentación es fundamental", asegura Jose Carlo Gutierrez, médico general y portavoz médico de iSalud.com
El estilo de vida y los hábitos, causas de las enfermedades cardiovasculares de los jóvenes
Entre las enfermedades cardíacas más comunes entre los españoles se encuentran la angina de pecho que implica una falta de sangre en el corazón debido a la obstrucción en las arterias coronarias. El principal síntoma de padecer una angina de pecho es sentir una fuerte opresión en el pecho. En segundo lugar se sitúa, el infarto agudo de miocardio, que implica una irrupción del paso de la sangre a alguna zona del corazón lo que termina deteriorándolo. Los síntomas son presión en el pecho, mareo y dificultad para respirar. A continuación, aparece la insuficiencia cardíaca. Las enfermedades coronarias como la hipertensión o la diabetes son algunas de las causas de esta patología, en la que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre para que llegue al resto del organismo. La arritmia es otra de las enfermedades cardiovasculares más comunes que implica un trastorno del ritmo cardíaco, por exceso -taquicardias-, por defecto -bradicardias- o por ritmos anormales, se manifiesta con síncopes, fallos cardíacos o por la aparición de palpitaciones. Y por último, la aneurisma, una patología que aparece cuando las paredes arteriales se debilitan y se inflaman en alguna zona concreta del cuerpo. Entre sus síntomas se encuentran la confusión, los dolores de cabeza con náuseas, la debilidad muscular o el entumecimiento.
Padecer o no alguna de estas patologías depende de diferentes factores. Según el portavoz médico de iSalud.com, "podemos dividir los factores de riesgo en aquellos que no se pueden modificar, como el historial familiar de patologías cardiovasculares prematuras en familiares de primer grado y la edad. En el caso de las mujeres, el riesgo cardiovascular aumenta a partir de los 55 años y en el de los hombres, a partir de los 45. En cuanto a los factores que sí podemos modificar se encuentran la hipertensión, la hipercolesterolemia, el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo o el consumo de alcohol y tabaco".
La prevalencia y la incidencia de insuficiencia cardíaca se duplica cada década a partir de los 40-45 años. Por ello, "a partir de los 45 años, es recomendable acudir a una revisión médica para evaluar factores de riesgo como la presión arterial y el colesterol", recomienda el doctor Gutierrez de iSalud. com
Aunque las enfermedades cardíacas suelen tener mayor incidencia entre las personas de mayor edad, los jóvenes padecen cada día más este tipo de dolencias por el estilo de vida y los hábitos que han adoptado. "Hoy en día cobra mucha importancia seguir unos hábitos saludables para el corazón desde muy temprana edad, principalmente por dos motivos: la dieta de los jóvenes, que contiene un elevado porcentaje de grasas saturadas y colesterol, y el sedentarismo, fomentado por los diferentes dispositivos electrónicos que utilizan los adolescentes. Además de modificar sus hábitos alimenticios, deberían practicar ejercicio con regularidad y a partir de los 35 años, acudir al médico para conocer el estado del corazón y del sistema cardiovascular", aconsejan desde iSalud.com.