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A veces, los días previos a una actuación, y ese mismo día, cometemos errores “mentales” que influyen en el resultado de nuestra actuación. En el artículo de esta semana os propongo diez consejos que podéis aplicar para evitar esta situación.
- Siempre positivo.
Mantén una actitud positiva, tanto los días previos como, por supuesto, el día en cuestión. Trata de pensar en la situación como una oportunidad de práctica y aprendizaje, no como una amenaza. Siempre cabe la posibilidad de que no hagamos un buen concierto, pero el resultado de un concierto aislado no nos define como músicos.
- Fuera negativismo
No pienses en lo que puede salir mal, y mucho menos te pongas a hablar de ello con alguien justo antes de subir al escenario. Si haces esto, estás activando el “modo negativo” en tu mente, y lo que crees que saldrá mal… saldrá mal seguro.
- Las prisas son malas consejeras.
El día del concierto, procura no andar con prisa, corriendo de un lado para otro. Tenlo todo preparado los días antes, y trata de llegar al lugar del concierto con antelación. Esto te permitirá hacerte con la situación, ya que te permite tener un tiempo de adaptación. Además, te da un espacio para la concentración. Si llegas a última hora, te será más difícil concentrarte.
- Relax…
Conviene, siempre que sea posible, dedicar el día del concierto, o al menos unas horas antes, a realizar alguna actividad que nos distraiga y nos relaje. Esto, por una parte, va a prevenir pensamientos negativos previos al concierto, y por otra, nos ayudará a afrontar la actuación de una manera positiva.
- …Y relajación
Si además conoces alguna técnica de relajación que practiques de manera habitual, ponla en práctica antes de subir al escenario. Ten en cuenta que la relajación es una habilidad que se aprende. Si nunca la practicas, no conseguirás relajarte. Es algo que hay que practicar todos los días para dominarlo. Es como ir al gimnasio: si vas todos los días, obtienes resultados; si sólo vas de vez en cuando, sólo obtienes agujetas.
- A lo hecho, pecho.
No practiques hasta el último momento. Ensayar hasta el último minuto no hará que tu interpretación sea mejor, y si por casualidad comentes un error ensayando minutos antes de la actuación, esto te hará ponerte más nervioso. Si no has practicado lo suficiente, no es el momento de enmendarlo. Si has practicado lo suficiente… no hará falta más práctica.
- Concentración.
En el momento de la actuación concéntrate en la música, en las emociones que transmite. No pienses en tus sensaciones corporales, si estás nervioso, si el público lo nota, si lo estás haciendo bien… Piensa el la música.
- Naturalidad
Hay que asumir que los errores son posibles. Somos humanos, no máquinas de interpretar, y como tales, cometemos errores. Pretender estar 100% libre de errores es imposible. Alguna vez nos tenemos que equivocar. Cuando esto ocurra, actúa con naturalidad. No gesticules, no hagas nada, no te quedes pensando en el error… sigue adelante con naturalidad.
- Nunca olvides disfrutar.
Algunas veces, al perseguir la perfección nos olvidamos de lo más importante… el disfrute. La música es sentimiento, y si no la sentimos, si no la disfrutamos, el público tampoco lo hará. Quizá podamos dar un concierto técnicamente perfecto, pero si no lo disfrutamos le faltará algo. Y eso se nota también desde la butaca. Libérate del peso de la perfección y disfruta.
- Prémiate
Cuando termine la actuación trata de buscar los aspectos positivos de la misma. Siempre hay aspectos positivos. Siempre. Por supuesto, si hay errores, habrá que analizarlos y corregirlos. Pero eso vamos a dejarlo para el día siguiente.
¿Te animas a intentarlo?