¿Sí? ¿Ya leíste nuestros primeros tres consejos para no engordar? Seguro que los has devorado con frenesí, así que para no hacerte sufrir más de la cuenta (al final hablamos de limitarte un poco las comidas, por lo que sufrir, lo que se dice sufrir, sufrirás un poquito) allá vamos con nuestra segunda y última entrega. Ya sabes, todo por la operación bikini….
- Disminuye la cantidad de comida que ingieres cada vez, y aumenta la regularidad de las mismas. En otras palabras, come menos, pero come más veces, porque eso activará tu metabolismo para que hagas la digestión casi de continuo, lo que ayuda a quemar calorías.
- Intenta consumir un gran número de alimentos con alto contenido en fibra. La fibra da una mayor sensación de saciedad, es decir, “”llena” Además tiene pocas calorías y te ayudará con tu tráfico intestinal. Por eso es una magnífica solución que tienes que incorporar de forma decidida en tu dieta.
- Sazone menos tu ensalada. Aunque parezca imposible puedes coger unos kilos comiendo solo ensaladas…tan solo piensa en la cantidad de aceite que echas. Y sí, el aceite de oliva es una magnífica fuente de salud, pero también de calorías, por lo que tendremos que tener eso en cuenta de cara a reducir algo de peso. La ensalada mejor con un poco de jugo de limón…
- Cuida especialmente las cenas e intenta que sean comidas ligeras. Si quieres incorporar algún carbohidrato en las mismas (ideal, por ejemplo, si vas a salir a entrenar al día siguiente) procura hacerlo en pocas cantidades, con un poco de arroz, por ejemplo. Pero lo ideal sería que las cenas fueran ligeras y con poca cantidad de comida. Ello te ayudará, además, a conciliar mejor el sueño.
- Modifica tu dieta dependiendo de tu ejercicio físico diario. O, en otras palabras, los días en que te toque descansar de tu entrenamiento procura controlar las cantidades de comida que ingieres. Piensa que tu metabolismo de deportista es acelerado, por lo que si le proporcionas a tu cuerpo comida hasta quedarte saciado sin duda alguna estás metiendo demasiado combustible en la sala de máquinas…y los restos se te irán a la cintura.
- Intenta hacer cinco comidas al día, así evitarás llegar a las principales con ansiedad, lo que provoca que comas más de lo que realmente necesitas. Además, si pasas mucho tiempo sin comer puedes perder masa muscular, con lo que tu entrenamiento queda en suspenso y no conseguirás los avances que podrías haber logrado con una buena alimentación.
- Es importante que te tomes tu tiempo para comer. Hacerlo despacio y masticar bien los alimentos no solo te proporcionará una sensación de haber quedado más saciado, sino que es positivo desde un punto de vista mental. Piensa en el momento de la comida como un instante de relax dentro de tu agitada vida diaria ay aprende a disfrutar del mismo sin prisas.
Si aplicas estas sencillas reglas, realmente fáciles de llevar a cabo, conseguirás mantener tu peso constante, y no coger ni un solo kilo. Además, combinadas con ejercicio físico frecuente lograrán hacerte bajar algo y de esa forma podrás ir a la playa sacando pecho, metiendo un poco de barriga (pero mucha menos que antes) y con la frente bien alta. Eso sí, con tus eternas marcas de ciclista en brazos y piernas…pero reconoce que al final te han acabado gustando…