Diez consejos para subir mejor (I)

Por Rafael @merkabici
  1. Estilo sobre la bicicleta: deberemos intentar, dentro de lo que cabe, alternar el estilo en danza sobre los pedales, con pedaladas sentado. Cuando vayamos apoyados en nuestro sillín podemos agarrar el manillar por la cruz de la potencia, incorporando un poco nuestro tronco y permitiendo una respiración más sencilla. Las gomas de los frenos quedan para los pequeños acelerones o  para alzarnos sobre nuestros pedales. En esos casos debemos intentar mover la bicicleta armoniosamente de lado a lado, para así aprovechar la el peso de nuestro cuerpo y hacer más sencillo el avance.
  2. Desarrollo: aquí cada persona es un mundo, y las tendencias dependen bastante del estilo concreto del campeón del momento. Si algo podemos afirmar es que ir con un desarrollo duro consume menos oxígeno y es más soportable a nivel cardiovascular, pero también deja las piernas rotas. Si nos encontramos sin fuerzas durante una ascensión tras una subida a tuerca nuestras piernas apenas podrán moverse, mientras que el desarrollo ligero nos permite más alegrías. Pero lo mejor es que tú mismo seas consciente de qué es mejor para ti.

    Charly Gaul era un talento nato, pero la escalada también se entrena

  3. Ritmo sostenido o acelerones: Exactamente lo mismo que en el caso anterior. Normalmente los ciclistas corpulentos prefieren un ritmo sostenido tirando de palanca con sus piernas e intentando mantener una velocidad de crucero, mientras que los más ligeros pueden soportar pequeñas aceleraciones y cambios de ritmo en una escalada.
  4. Previsión: hace unos años Fabio Parra, el gran escarabajo colombiano, dijo una frase que encierra una gran verdad: Quien empieza un puerto despacio lo puede acabar rápido, el que lo empieza demasiado rápido lo acaba como puede. Intenta mantener desde el principio un ritmo que puedas sostener hasta arriba del puerto. Lo ideal sería que tuvieras fuerzas para hacer todos los kilómetros a la misma velocidad. Y, en caso de duda, sé siempre conservador, no hay una sensación más placentera que llegar a la cima de un puerto con reservas y darte el gustazo de apretar un poco cuando ves esa línea en el horizonte…y no hay nada más desalentador que la opción contraria.
  5. Aprende a sufrir: esto es fundamental para los escaladores, y encierra una gran parte subjetiva. Nosotros los aficionados no tenemos que morirnos sobre la bici como un profesional, pero dependiendo de dónde llevemos nuestro nivel de sufrimiento aguantaremos un ritmo más o menos tiempo. No hace falta que te dejes la piel, solamente que disfrutes con tu esfuerzo y tus resultados, y que busques siempre ese poquito más que te dará un plus de satisfacción sin mermar tu condición personal.

6. Entrena en subida: El entrenamiento progresivo que tan importante resulta en el ciclismo lo es aun más en la montaña. De nada nos servirá subir un puerto durísimo sin estar preparados para ello, dejando las tripas en el intento. Eso tan sólo nos quitará las ganas de volver a la montaña, y nos alejará de nuestros verdaderos objetivos. Comenzar por puerto cortos, de pendientes sostenidas, será lo mejor, y a partir de ahí atrevernos cada vez con retos mayores cuando nos sintamos preparados para ellos. Eso sí…si algún día haces alguna locura no pasa nada, que somos cicloturistas y todos hemos llegado a la cima de alguna montaña reptando indignamente.

7. Entrenamiento en series: está muy de moda el entrenamiento en series para mejorar en la montaña. Para eso tienes dos opciones. Podrás hacer series sobre una pendiente moderada y de una cierta distancia, de entre 500 metros y dos kilómetros, subiendo con bastante carga de desarrollo y descansando posteriormente hasta recuperar tus pulsaciones habituales antes de hacer la segunda serie. O bien podrás hacer esto mismo sobre una cuesta muy empinada de entre cien y quinientos metros, en la que subirás lo más rápido posible, repitiendo la serie las veces que desees. De esta forma ganarás resistencia y potencia para afrontar con más seguridad las escaladas.

8. Mentalización: los puertos se suben tanto con la cabeza como con las piernas, así que si no estás mentalizado para exprimirte de poco servirá ese magnífico entrenamiento que has llevado a cabo. Ojo, esto también sirve para lo contrario, ya que si no quieres sufrir porque tu concepto del cicloturismo es el de disfrutar de la naturaleza pase lo que pase conseguirás ascender, a tu propio ritmo, cualquier dificultad.

9. Júntate con gente de tu categoría: si quieres mejorar en subida debes de salir a entrenar con gente que tenga más o menos tu mismo nivel. Marchar todo un puerto con el gancho puede ser tan contraproducente como ir siempre cinco kilómetros a la ora más lento para esperar a los amigos. Elegir buenos compañeros de grupeta es muy importante. Además si quieres ser uno d esos que salen disparados del paquete cuando ve las primeras rampas de un puerto lo ideal es que te muevas siempre en los primeros puestos del mismo, e intentes estar siempre rodeado de aquellos que, como tú, van a marchar hacia la cima como alma que lleva el diablo.

10. Disfruta: Eh, somos cicloturistas, ¿no? Nadie te va a dar un premio por llegar a una cumbre más rápido. Si la satisfacción personal de ir deprisa no supera al sufrimiento que la velocidad te exige…no lo dudes, sacrifica la velocidad. Se ven más sonrisas entre quienes suben disfrutando un puerto que entre quienes lo suben a degüello. Bueno, al menos eso creo, porque a los segundos no les veo más que en las primeras rampas…