Diez lugares en novelas juveniles en los que me colaría sin pensarlo (I)

Mientras estaba leyendo el último libro de Laila Winter, se me ocurrió pensar en lo divertido que sería poder acercarnos algo más a ese mundo de fantasía que tan bien ha ideado Bárbara G. Rivero. Sencillamente me encantaría pasar un día en Ialanthilïan y probar algunos de los pasteles que aparecen por arte de magia- esperemos que por arte de magia tampoco engorden-. Visitar el palacio del rey de los duendes y viajar en un barco que navega en el aire. En realidad, estoy completamente segura de que muchos de vosotros habéis sufrido algo por el estilo: la necesidad, imposible se saciar, de visitar algunos de los lugares de vuestras novelas favoritas. Poder coger todos aquellos objetos descritos por los protagonistas, acercarse a aquellos seres legendarios o tener la capacidad de hacer cosas sorprendentes en un mundo imaginario. Llegados a este punto, se me ocurrió pensar que habría muchísimos sitios fabulosos- y tristemente inexistentes- que sería maravilloso visitar. Pero, ¿cuáles serían esos sitios? Aquí tenéis una lista con mis sitios fantásticos que elegiría para tomarme una vacaciones de la realidad. Esta semana veremos los cinco últimos, y la semana que viene los cinco primeros.
10- El bosque de los árboles cantores (Donde los árboles cantan). Aunque aún no haya subido la reseña, lo cierto es que este verano leí la última novela juvenil publicada de Laura Gallego (en realidad, más tarde publicó Mago por casualidad, aunque esta novela es más infantil, por lo que tengo entendido), y quedé encantada con el mundo que describía. Es verdad que muchas de sus novelas describen mundos fantásticos, como el de Alas de fuego y Alas negras, pero tal vez sería por la paz que trasmitía este lugar o quizá por ese maravilloso final, pero me encantaría visitar aquel bosque donde, de un modo u otro, los árboles están cantando y son algo más que mera vegetación. Acompañar a Viana y Uri por ese lugar y ayudarla en su misión para poder adentrarme en el bosque sin ningún tipo de problemas.
9- Biblioteca Caster (la saga de las Dieciséis lunas). Para cualquier amante de los libros una biblioteca es un sitio maravilloso. Ahí se mezclan los libros nuevos que se han ido incorporando a las estanterías con ediciones más viejas y gastadas que ya tienen historia propia. Pero visitar una biblioteca donde se almacenan libros antiguos es mucho más prodigioso. Y por supuesto, si cupiese la posibilidad de que estos libros antiguos contuvieran los secretos para hacer magia, traspasar portales, convocar demonios o traer a alguien a la vida, más fascinante sería. Así que la biblioteca de los caster, vedada para la mayoría de los mortales, sería una parada obligatoria en mi lista de lugares fantásticos.
8- Vestigia (pentalogía La horda del diablo). Vale, esto es hacer trampa. En este caso no estaríamos hablando de un escenario completo, sino más bien de un “mundo” completo, por el que se mueven Remo, Sala y el resto de nuestros protagonistas en estos libros. Pero si hay algo que me gusta de esta saga son sus escenarios (y sus personajes también, pero más los escenarios), así que no podía dejar de visitar todos y cada uno de los lugares por los que ha pasado Remo o sus compañeros de viaje (en realidad, me ahorraría un par de sitios, como las minas o cualquier lugar en el que haya puesto un pie un silach). Desde luego, empezaría visitando otra “biblioteca”, la que se encuentra en el templo de azalea y que guarda todos los secretos imaginables. Por supuesto, también visitaría la posada de Tena Múfler ;)
7- El laberinto (Dentro del laberinto). Esta visita sería un poco loca, eso habría que admitirlo. Meterse en un laberinto que domina el rey de los Goblins, que no es una persona en la que alguien pueda confiar precisamente, puede no parecer una buena idea a simple vista. Pero pasear por el laberinto sería la oportunidad perfecta para conocer a los enanos, goblins, fireys y demás seres fantástico que siempre están en nuestra cabeza. Conocería a Ludo y hablaría con el valiente Sir Didymus montado en un perro a modo de corcel. Visitaría un mundo donde se dan lugar todos esos elementos fantásticos con los que hemos crecido, y que aún permanecen en nuestra memoria. ¡Podría ver un elfo de verdad! ;)
6- Rocavarancolia (trilogía El ciclo de la luna roja). No sabía si añadir este lugar a mi lista, y os diré el porqué. Es cierto que el libro en el que este lugar nos es presentado es maravilloso, pero también lo es que para nuestros protagonistas transitar por aquí no será un camino de rosas. Del mismo modo que no incluyo El Capitolio de Los Juegos del Hambre en la lista (¿quién quiere visitar un lugar que estará en guerra permanente?) o cualquier otro escenario distópico, se podría pensar que no debería incluir este... pero Rocavarancolia  desborda tanta fantasía como horror, así que estaría encantadísima de dejarme caer por ahí. Aunque apareciese el mismísimo Esmael con Enoch el polvoriento. Además, con las bañeras voladoras no habría problemas para encontrar comida y con Héctor y su ayuda especial (Dama desgarro, ejem, ejem) podríamos apañárnoslas.
¡Y esta es la primera parte de la lista con mis cinco lugares que visitaría! ¿Alguien se anima a averiguar cuáles serían los otros? Yo creo que, por lo menos uno, está cantado. ¿Coincidís con mis lugares favoritos? ¿Y cuáles serían los vuestros? ¡Nos leemos!
Poy