Cartel de la representación en el Teatro Muñoz Seca en Madrid (Foto IG @Mariaysumundo)
Como decía al comienzo de la reseña, Agatha Chritstie es una de las grandes autoras del género policíaco. Novelas que han trascendido y que se han convertido en películas, obras de teatro y que han inspirado capítulos de series.
Partiendo de una simple estructura (muertes en busca de asesino), se desarrolla una novela inquietante y muy divertida en la que nada es lo que parece y en la que las preguntas se suceden a lo largo de la narración: ¿Quién es el asesino? ¿Hay uno o más de uno? ¿Está dentro o fuera de la casa? ¿Realmente existe Owen?
Poco a poco iremos conociendo a los personajes y el supuesto motivo por el que están encerrados en esa casa que parece encantada: Vera Claythorne, Emily Brent, Phillip Lombard, el detective William Blore, los Rogers, Lawrence Wargrave, el general McArthur y Edward Armstrong. Todos forman un conjunto heterogéneo pero que tienen un denominador común, algo que descubriremos según avance esta absorbente historia.
Otro elemento que es necesario destacar es el ritmo. Tras un primer capítulo de "puesta en situación" y presentación de estos diez negritos, la narración va al compás de la canción de cuna que los personajes descubren y en la que parece que está todo escrito. Son unas 180 páginas de novela que no dan tregua. En cada capítulo ocurre algo determinante y todo es importante para llegar a un inesperado (o no) final, pero a un final que da sobre lo que pensar... Más allá de descubrir quién es el asesino, creo que 'Diez Negritos' tiene una moraleja final, una moraleja sobre la justicia y su ejecución. ¿Todo vale?
No puedo más que recomendar esta pequeña gran novela que se lee en dos suspiros y que ha servido como base a tantos autores actuales que casi veneramos. Muy recomendable para los amantes del misterio y para todos los públicos en general.