Diez películas para descubrir Alemania

Publicado el 15 noviembre 2011 por Nicopasi
Hoy Alemania es uno de los países que forma el grupo de “poderosos” de la Comunidad Europea, pero lo cierto es que ese papel no fue el que le tocó jugar en buena parte del ajetreado siglo XX. Germen y principal hacedor de la contienda más grande de la historia universal, a lo largo de los años, el país sufrió toda clase de crisis y vaivenes, los cuales se vieron reflejados no sólo en el paisaje de sus ciudades sino, además, en su cine, al cual le imprimieron inevitablemente todas las filias y fobias, esas que los dejaron ante los ojos del mundo como uno de los pueblos menos sensible y más extraños del mundo occidental. 

Las diez películas que a continuación forman la lista fueron tenidas en cuenta por ser verdaderos íconos de la cultura germana y por reflejar de un modo arquetípico muchos de sus aspectos esenciales. El período abarca desde principios del siglo XX hasta la primera década de nuestro siglo.
El Gabinete del Dr. Caligari (1920, ByN) es una de las pieza fundacionales del cine expresionista y está considerada una de las primeras películas de horror y suspenso de la historia del cine (Incluso muchos la consideran la primera versión de Frankenstein del séptimo arte). Dirigida por Robert Wiene y sin banda sonora, cuenta la historia de un científico que va por las calles de Holstenwall (ciudad al borde de una montaña) junto a un sonámbulo al que tiene abducido y con el que comete crímenes aberrantes. Pero todo cambia el día en que una pareja los descubre en una kermés y, a partir de allí, comenzarán a perseguirlos intentando descubrir cuál es el misterio detrás de esa extraña relación. El film es una verdadera joya no solo del cine sino de la historia universal ya que fue filmada con una estética muy particular y en un momento de entreguerras sumamente convulsionado. Cualquiera que planee un viaje a Alemania no debe dejar de verla por que cuando llegue allí, en algún momento del recorrido, se toparán con el frondoso merchandising que se ha hecho de ella (remeras, cómics, el DVD, pósters, tazas, etc.)
Metrópolis (1927, ByN) este film es uno de los pocos que tuvo el honor de ser considerados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dirigida por Fritz Lang y con un guión magistral de Thea Von Harbou (esposa de Lang) relata la historia de una megalópolis ficticia del siglo XXI en la cual reinan las diferencias de clases de un modo muy marcado. Para contar esa situación, la cámara hace foco en una fábrica, donde los obreros trabajan en condiciones infrahumanas mientras que sus patrones se dan la gran vida, lo que provoca que María, una de las obreras, inste a que se rebelen pero de un modo pacífico. Ante la puesta en conocimiento de tal situación, el dueño de la fábrica llama a un científico para que cree un robot y, tras secuestrar a María, le dan a éste el rostro de la joven, regresándola al pozo de los obreros donde le piden que los convenza para que no se subleven y que sigan trabajando en situación de esclavitud.
Pero lo cierto es que el robot del científico guarda un secreto y eso hará caer el plan del dueño de la fábrica, dejándolo en manos de una turba de obreros sublevados que piden por su libertad. Si bien este film no muestra una ciudad específica ni mucho menos parte de paisajes, es una pieza clave para entender el genio artístico del pueblo alemán y para entender, a través de su cine, muchas de las problemáticas del hombre moderno, pese a haberse filmado casi cien años antes. (Además de que, como en el caso de Caligari, forma parte del merchandising cultural del país)
El Tambor (1978, Color): Escrita por el Premio Nóbel de Literatura Günter Grass y filmada por Volker Schlöndorff, figura entre las diez películas más emblemáticas de la cinematografía alemana. Con una historia surrealista pero con un telón histórico que la hace verosímil, en ella se cuenta la historia de Oskar, un niño que viéndose nacer en una decadente familia sin posibilidades y una época hostil (que abarca el período de las dos guerras mundiales) decide darse un golpe en la cabeza para detener el crecimiento. A partir de ese momento el tiempo parece pasar para los demás menos para él, quien con el tiempo, decide comunicarse con el resto por medio de su tambor. El tambor es el objeto que le da pertenencia en el mundo y le proporciona identidad (tanto que cualquiera que intente quitárselo logra que Oskar pegue estridentes alaridos que llegan a romper los cristales). Pero lo cierto es que, pese a tener cuerpo de niño, en su interior, es un adulto, por lo cual se comporta como tal siempre y cuando los demás no lo observen. Así es como conoce el amor en una enana de un circo itinerante y comprende a la perfección porqué sus familiares y conocidos van muriendo en la guerra. La película es una buena opción para rememorar los duros años posteriores a la Primera Guerra Mundial y el nacimiento del nazismo, que desembocaría en la Segunda Guerra, llevando a Alemania a una de sus mayores tragedias.
Berlin Alexanderplatz (1980, Color) Basada en la novela de Alfred Döblin, su director Rainer Werner Fassbinder realizó una miniserie de 15 horas de duración. En ella, el foco de la historia se centra en la zona de Alexanderplatz de la década del veinte (una de las plazas más importantes de Berlín) y con ella como telón de fondo desenmascara a una serie de personajes siniestros que ponen en evidencia la decadencia del pueblo alemán antes del surgimiento del nazismo. Si bien la Alexanderplatz retratada en el film en nada se parece a la que se ve hoy en día (hipermoderna y recargada de arquitectura futurista) es muy interesante ver el film para ver de qué manera evolucionó el pueblo alemán y cómo resurgió de las cenizas a las que quedó reducida luego de la caida de Hitler.

Las Alas del deseo (1987, ByN y Color) Dos ángeles sobrevuelan la Berlín de los años ochenta y se inmiscuyen en cada uno de los rincones de la ciudad. En el metro, por ejemplo, leen la mente de quienes allí viajan y se inmiscuyen de un modo silencioso y secreto en las casas de los barrios en ruinas que aún no han podido ser reconstruidas luego de la guerra. Uno de ellos está harto de la vida de ángel y no sabe de que modo pedir una segunda oportunidad. Su compañero le dice que si se enamorara quizás Dios le otorgue otra chance. Así es como sobrevolando y recorriendo la zona lindera al Muro de Berlín, un día ve a una trapecista francesa que hace su numero circense y cae rendido a sus pies. A partir de allí su vida cambia.
Wim Wenders logra con ella una pintura increíble de la Berlín de fin de siglo, con una ciudad dividida, devastada, incomunicada y con unas ansias de cambio y libertad que se respiran en cada una de las imágenes que la componen. Imperdible para quienes tengan intenciones de visitar la ciudad, por que verán en ella muchos de los lugares que luego en vivo y en directo harán la visita mucho más emocionante. 
Demasiado lejos, demasiado cerca (1993, Color) esta es una secuela de la anterior y cuenta la vida del ángel ya convertido en humano y con una vida como la de cualquier otro de su especie. En ella aparece la figura del ángel que lo acompañaba antes y éste también pide convertirse en humano, aunque, a diferencia del otro, a él le costará mucho más la adaptación. En esta nueva historia el muro cayó y Berlín ya está unificada y en pleno proceso de reconstrucción edilicia y social. Al igual que en la anterior, Wenders maneja un lirismo cinematográfico y un uso de las locaciones que la hacen una verdadera guía visual para quienes vayan a visitarla.
Good bye Lenin! (2003, Color) Dirigida por Wolfgang Becker. Meses antes de la caída del Muro de Berlín, una profesora afiliada al Partido Socialista Alemán pierde el conocimiento al ver a su hijo en televisión asistiendo a una marcha que pedía la caída del muro. El coma le dura ocho meses, y al salir, el muro ya cayó y con él el mundo es otro. Aprovechando la convalecencia de la madre, el hijo adapta todo en su casa para hacerle creer que nada pasó y que el comunismo sigue en pie como antes del accidente (Para eso esconde todo símbolo de capitalismo y graba junto a sus amigos, un falso telediario que le pasan en el televisor, único contacto con el afuera).La película muestra la Alemania unificada y de cómo ese hecho histórico los colocó ante una realidad que hasta aún sigue generando diferencias entre quienes vivieron a un lado u otro del muro.
La Caída (2004, Color) La controvertida figura de Adolf Hitler jamás fue tan bien interpretada como en esta película de Oliver Hirschbiegel, en la que el genial actor Bruno Ganz se pone en la piel de los últimos días del Duce a finales de 1945. El film muestra una Alemania desolada, derruida y con una sobrevida de pocas horas antes de la rendición final. La decadencia política, moral y religiosa se adueño del pueblo y todos viven esos días bajo el famoso lema de “Sálvese quien pueda”. Un documento histórico vital para entender la caída de uno de los más grandes imperios del siglo XX, tragedia que anticipa por qué, algunos años después, los alemanes debieron sufrir la construcción de un muro que los tuvo divididos durante cincuenta años y que aún hoy, pese a haber caído, muchos aseguran que sigue erigido en la cabeza de buena parte del pueblo.
La vida de los otros (2006, Color) El film transcurre en la Berlín Oriental de 1984 y se basa en la historia de un espía comunista al que le es encomendada la misión de oír y filtrar todos los aspectos de la vida de un dramaturgo al que un jerarca del partido quiere sacar del medio para quedarse con su novia. De ese modo, el espía especializado despliega un operativo secreto en el cual el escritor queda expuesto en todos los aspectos de su intimidad, y a la buena voluntad de su verdugo quien podrá liquidarlo en cuanto aparezca el primer sesgo de traición al régimen. A la vez, en paralelo, se cuenta la negra, triste y mustia historia del espía, quedando éste expuesto del mismo modo que su perseguido, aunque a diferencia de aquel, quien lo observa es el espectador. El film ganó varios premios (entre ellos un Oscar a la mejor Película extranjera ) y ya forma parte de la colección de clásicos del cine alemán, por lo cual es más que recomendable verla antes de viajar.
Pina (2010, Color, 3-D) la figura de la bailarina Pina Bausch y su Tanzteather (teatro danzado) se transformaron en una de las figuras más interesantes de la vanguardia de posguerra. La vida de Pina le resultó más que atractiva a Wim Wenders y por ello se embarcó a filmar este interesante documental. Apenas comenzado el rodaje la bailarina murió, y el director decidió continuar con el mismo ya que contó con el apoyo de todos los bailarines de la compañía, quienes brindaron sus experiencias con ella y el compromiso con el Tanzteather. El film está cargado de imágenes visuales que difícilmente se puedan olvidar, y muestran diferentes espacios naturales así como muchos de los rincones de Wuppertal, ciudad en la que Pina ancló su teatro y por la cual se movió hasta sus últimos días. Ideal para ver la Alemania más actual, ya que el rodaje se realizó entre finales de 2010 y principios del 2011.