Hace unos meses que no escribo sobre las pequeñas diferencias. Esas con las que me voy encontrando en el día a día de esta nueva vida en Alemania. Creo que, en parte, es porque llevo ya una temporada por aquí y me he ido acostumbrando a ciertas cosas que, no hace demasiado, me llamaban la atención. Pero, por suerte, siempre aparecen cosas nuevas para descubrir. En esta ocasión, la Foundue alemana.
Hace un par de meses llegaron nuevos vecinos a nuestro edificio, pero no hemos tenido demasiado contacto con ellos. El Hausmeister y su esposa son unas personas realmente adorables y se esfuerzan en crear un buen ambiente y que todos nos sintamos cómodos. Así que, decidieron organizar una cena en su casa para que pudiéramos conocernos un poco mejor y charlar. No es la primera vez que preparan un evento parecido. Cuando nos mudamos, nos invitaron a tomar algo para que nos pusiéramos caras y saber un poco más unos de otros. Realmente hemos tenido mucha suerte.
Ya he comentado en alguna ocasión que no puedo tomar alcohol, ni algunos alimentos. Tengo problemas estomacales y, a menudo, son un problema para las reuniones en las que hay comida o bebida de por medio. En Alemania, con el agua carbonatada y los sabores fuertes, un poco más. Por eso, cuando Herr J. subió decidido a que nos uniéramos a la Fondue Party no estaba segura de si había olvidado mis dificultades gástricas. Con una amplia y sincera sonrisa le di las gracias por la invitación y le dije que contaran con nosotros, aunque cabía la posibilidad de que el queso me hiciera pasar una mala velada. Fue entonces cuando mi vecino me miró con extrañeza y me dijo: “No, no, la Fondue no tiene queso. Se hace con caldo”. En aquel momento fue mi cara la que adoptó un semblante de extrañeza y comenté con tono alegre: “Ah, ¡no conocía ese tipo de Fondue! Sólo las de chocolate”. Herr J. mantenía su cara de asombro e incredulidad porque, para él, lo raro era usar chocolate o queso en estos recipientes.
Nuevos sabores
Y llegó el día. Alrededor de la cazuela con el caldo colocaron tres platos con diferentes carnes troceadas: de vacuno, de cerdo y de pollo. También había platos con algunas verduras como champiñones y minimazorcas y algunas salsas para mojar. Los dips típicos para las Fondues de carne suelen tener mayonesa, mostaza y tomate. Nuestros vecinos elaboraron una salsa de tomate y pimiento, una barbacoa, una de mostaza y miel, otra de curry y mango y una de alioli. No nos permitieron ayudarles con los preparativos así que, cuando vimos toda la mesa montada nos sentimos un poco abrumados. Además, para asegurarse de que nada me sentaba mal, me escribieron una nota en español para que supiera qué podía comer y qué no. Nos dieron ganas de comerlos a besos.
Después de una breve introducción sobre el modo de utilización de la fondue, comenzamos a meter los trocitos de carne y alguna verdura en el caldo. He de reconocer que me mostraba un poco escéptica con el invento, pero el primer mordisco estaba bastante tierno y sabroso así que, me lancé a sumergir carne y esperar un par de minutos hasta que se cociera. El resto de invitados fue bastante ducho con los pinchos. Nos contaron que, en Alemania, es tradición preparar una Fondue o una Raclette en nochevieja. De hecho, decidí buscar algo de información sobre el tema y estas fueron algunas de las curiosidades que encontré:
- Ambos platos no son de origen Suizo. Igual tú ya lo sabías, pero yo tenía la falsa creencia de que eran recetas francesas.
- En la Fondue clásica de carne se utiliza aceite.
- Las Fondues más antiguas utilizan bebidas espirituosas o alcohol para el fuego y pueden regular su temperatura girando una tapadera.
- Las más modernas, funcionan con electricidad.
- El caldo se calienta antes en la cocina y el hornillo de la Fondue sólo mantiene el calor. Nunca debe llegar a ebullición.
- La versión bávara incluye harina y cerveza.
- La Fondue Bacchus hierve la carne en vino tinto.
- Y la Winzerfondue, en vino blanco especiado.
- También existen Fondues en otros países como Vietnam, China o Japón, donde recibe el nombre de Sukiyaki.
- En el cómic de Astérix en Helvecia juegan a prenda o castigo alrededor de una Fondue de queso. ¿En qué consiste? Aquel que pierda un trocito de pan, deberá pagar una prenda o una penitencia al resto de comensales. Por suerte, algunos sets de pinchos incluyen un pequeño colador para recuperar los naufragios.
Imagen obtenida en Pixabay.
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