Yo creo que sí.Y no quisiera crear una polémica sexista, solo constatar una realidad. Igual que en la vida cotidiana somos distintos, nos expresamos de forma diferente y tenemos habilidades distintas (siempre generalizando), lo que no implica que unos y otras no podamos hacer las mismas cosas, pero probablemente, de forma diferente.
El asesinato de Pitágoras (que os recomiendo, por cierto), su autor habla de vísceras, sangre viscosa, sesos desparramados y cosas por el estilo a la menor oportunidad. Y cuando se pone romántico lo que destaca son los generosos pechos de la protagonista o la musculatura del prota.
Y no es una crítica ¿eh? solo una observación.
Creo que las mujeres somos más sutiles en estos casos. Tratamos la violencia destacando más la atmósfera, las sensaciones. Y cuando hablamos de amor también cargamos las tintas (y nunca mejor dicho) en los sentimientos.
No sé, es una reflexión que se me ha ocurrido en un domingo lluvioso, y creo que me he metido en un buen berenjenal...
¡Hala! ¡Ya podéis empezar a apedrearme! O mejor, dejadme vuestra opinión. ¿Estáis de acuerdo? ¿No?
¡Feliz semana!