Utilice estas técnicas inteligentes para conservar el agua sin que su jardín se seque.
Los jardineros orgánicos inteligentes saben que los aspersores son un derroche de agua y también una invitación a las enfermedades de las plantas. Le preguntamos a expertos en diferentes climas en busca de pistas sobre el riego de su jardín para mantenerlo sano durante toda la temporada.
Prueba a mano
Antes de los azotes de la regadera, comprobar la humedad del suelo de su jardín con la más práctica de las herramientas, el dedo. Apriete contra el suelo alrededor de las plantas. Los primeros 2 o 3 centímetros de terreno deben estar secos, y el suelo por debajo debe estar húmedo. No se olvide de visitar la previsión meteorológica local para ver lo que la madre naturaleza ha planeado antes de encender la manguera.
El tiempo lo es todo
Cuando hace buen tiempo, riegue las plantas por la mañana para darles la oportunidad de beber antes que el sol o el viento evaporen la humedad. Esto protege a las plantas de que se marchiten en el calor de la tarde también. En una larga sequía, cubrir las plantas más sensibles con un paño para limitar la transpiración del mediodía, sugiere el Diario Cado de la Universidad de Arizona. Si no se puede regar por la mañana, inténtelo por la tarde, pero no demasiado, el follaje debe tener tiempo para secarse antes de que el sol se esconda, para que no se desarrollen enfermedades fúngicas.
Profundo y poco frecuentes
Las semillas y las plantas exigen humedad cerca de la superficie del suelo, pero las plantas más adultas necesitan de un riego profundo para desarrollar raíces que se encuentran el agua en el subsuelo cuando llega la sequía.¡ Solo tenga cuidado de no pasarse con el agua! Quiere el suelo húmedo, pero no empapado hasta 5 o 6 pulgadas por debajo de la superficie. En suelos anegados, las raíces se ven privadas de oxígeno y pueden perder la capacidad de absorber agua. Si las hojas de sus plantas se empiezan a caer o a dorarse en los bordes, es posible que esté regando en exceso.
Más allá del aspersor
En lo que respecta a las técnicas de riego que mejor conservan el agua, usted tiene un número de opciones. Las mangueras de mano son portátiles y fáciles de usar para los recipientes de agua y jardines pequeños. Para riego más eficiente, uniforme y profundo, Debbie Leung, una jardinera experta de la empresa Organic Gardening recomienda invertir en un buen riego por goteo. Son fáciles de usar y le permiten mantener un flujo lento y constante de agua en zonas densamente plantadas sin alimentar a las malas hierbas.
Añadir compost para conservar la humedad del suelo
La capacidad de retener la humedad de su suelo se puede mejorar simplemente mezclando materiales orgánicos, como el compost, en los maceteros. Dependiendo del suelo que usted tenga, más materia orgánica puede significar agua más accesible para sus plantas. Las partículas densas de arcilla disminuyen la humedad del suelo, dejando sedientos sus pepinos y camelias, mientras que los suelos arenosos drenan el agua con demasiada rapidez para que las plantas lo absorban. Mediante la adición de humus, se hace que el agua aguante más.
No se olvide del acolchado
Otra forma de mantener su jardín húmedo (¡Y reducir los problemas de malezas hasta en un 90%!) consiste en cubrir los maceteros con una capa de material orgánico. La capa con materiales como recortes de hierba seca, paja, cortezas, virutas de madera, en incluso pequeñas rocas reducirán la evaporación de humedad del suelo y reducirán la necesidad de agua de su jardín. Esta práctica también puede prevenir enfermedades del suelo por el contacto con las hojas de sus plantas inferiores.