El encuentro en La Habana entre el papa Francisco y el patriarca ortodoxo de Moscú Kirill, que se realizará hoy, viernes 12 de febrero, posee importancia religiosa y también gran dimensión política, con preocupantes repercusiones en la batalla mundial entre libertad y tiranía.
El papa regresa a la Cuba comunista cinco meses después de la visita que realizó en septiembre de 2015, muy criticada porque incluyó declaraciones, gestos y omisiones que favorecieron al régimen y lo fortalecieron políticamente. Desde el punto de vista de la causa de la libertad, el resultado de aquel viaje a Cuba fue lamentable porque la tiranía cubana se fortaleció y la represión aumentó.
Haber escogido a la Cuba comunista como lugar del encuentro Francisco – Kirill, contribuye a prestigiar a los tiranos de La Habana como anfitriones y mediadores confiables y, al mismo tiempo, debilita la lucha mundial contra la opresión porque un país donde la oposición es perseguida, encarcelada y hasta torturada no merece ese respaldo del máximo representante de una religión de paz, dignidad y libertad, como es el catolicismo.
El Vaticano ha resaltado el importante papel mediador del régimen castrista y, desde el punto de vista político y publicitario, el encuentro posee un evidente efecto maquillador de las fauces y garras del comunismo cubano.
Muchos medios de prensa han destacado que Kirill, el interlocutor del papa, tiene un lamentable pasado colaboracionista con el extinto régimen soviético. Cuando en 2009 fue elegido patriarca de Moscú, el periódico italiano “Il Giornale” reveló que Kirill habría sido agentes del KGB. El artículo informaba que el nuevo patriarca era conocido en los ambientes de la KGB como el agente Mikhailov. Dos meses antes de su elección, en octubre de 2008, Kirill visitó La Habana, donde hizo elogios al dictador Fidel Castro y éste le correspondió afirmando que el visitante era un gran aliado de Cuba comunista en la lucha contra el imperialismo.
Kirill tiene un presente de apoyo a Vladimir Putin y algunos medios de prensa le señalan como uno de los mayores responsables de que los católicos rusos sean considerados como ciudadanos de segunda, sumergidos en una virtual catacumba política y psicológica.
Todos estos factores permiten afirmar a numerosos analistas que el próximo diálogo de Francisco con Kirill, visto desde el ángulo de la causa de la libertad, podría incidir negativamente en la situación interna de la Cuba comunista, favoreciendo a la dictadura.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure