El aumento en la escasa inversión actual para la digitalización e innovación del campo español será clave para mantener la sostenibilidad económica y medioambiental de un sector estratégico en la economía española como la industria agroalimentaria que se enfrente a una crisis de costes y climática sin precedentes.
Esta es la principal conclusión de la mesa redonda organizada en Madrid por elEconomista.es 'La sostenibilidad del campo a la mesa ante un entorno de subida de precios' y en la que se han dado cita representantes de los diferentes eslabones de la cadena de valor agroalimentaria. La idea, compartida por todos los participantes la lanzó en su primera intervención Lorena Ruiz, directora de Negocio Agro de Santander España, entidad patrocinadora del evento.
Ruiz ha sido muy clara en su análisis de la situación del campo español al enumerar las dificultades que ha atravesado en los últimos ejercicios y que pasan por la ausencia de lluvias, el aumento de las temperaturas, el incremento de costes de producción o el conflicto de Ucrania, entre otros retos. En este sentido, recalcó la necesidad de buscar soluciones a todos estos retos a través de un impulso a la transformación digital, la innovación y la profesionalización como vías para lograr una mayor eficiencia en las explotaciones y un campo que sea atractivo para el relevo generacional.
El director general de la aceitera Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, ha recordado que además de la modernización agraria, el sector español afronta el reto de la rentabilidad en un país con más de 11 millones de hectáreas de agricultura de secano que no son competitivas. Así, ha recalcado que en el país hay agua suficiente para todos, aunque en muchas zonas no se están explotando adecuadamente, lo que podría generar en el futuro conflictividad social. Asimismo, el máximo responsable de la cooperativa andaluza ha insistido en que la Ley de la Cadena Alimentaria no es útil y ha recalcado la importancia de crear estructuras ayuden al sector primario a mejorar su comercialización.
Desde el eslabón de la industria Óscar Hernández, el director de Comunicación y Asuntos Públicos de Pascual, ha reclamado que se deje de usar el sector agroalimentario como arma política y buscar el consenso para avanzar en una posible transición en la cadena. Asimismo, el portavoz del grupo alimentario ha abogado por una simplificación administrativa en un país que es una potencia exportadora y en el que la actividad de la industria se ve afectada por hasta cuatro ministerios, además de comunidades autónomas, las diputaciones provinciales o los ayuntamientos.
Otro de los representantes de la industria alimentaria, Florencio García, consejero delegado de Better Balance, firma especializada en alternativas vegetales de Grupo Sigma, ha insistido en que su lanzamiento hace más de un año buscaba precisamente avanzar en sostenibilidad al poner en valor productos como el guisante, la soja o la patata, que emplean para producir sus alimentos sin proteína animal. García ha recordado que aportar valor añadido a este tipo de productos repercute en toda la cadena agroalimentaria, en un sector que está compuesto en un 92% por pymes y autónomos.
Como portavoz de una organización en la que se integran diferentes eslabones de la cadena agroalimentaria, el director general del Foro Interalimentario, Víctor Yuste, ha destacado que el evidente desequilibrio de precios que existe en la actualidad no es imputable a ninguno de sus componentes, sino al coste de producción que se han disparado y que cada actor se ve obligado a repercutir en su actividad. Yuste ha enfatizado que los márgenes de la distribución española se encuentran en una media del 2%, por lo que su ganancia llega desde su volumen de ventas que, además, ahora está cayendo debido a la caída del poder adquisitivo de las familias. Para revertir esta situación de inflación de precios, ha apostado por reducir los costes de producción y ha recordado que en este país no conoce un sector más responsable ante las dificultades surgidas en los dos últimos años que el agroalimentario, primero durante la pandemia, y después asumiendo el impacto de la inflación durante meses sin repercutirlo al 100% sobre el consumidor.
En cuanto a las previsiones de evolución del mercado de la distribución alimentaria, el director de Consumo de Kantar Worldpanel, César Velencoso, ha avanzado que, a pesar del mal arranque del mes de enero, la tendencia en nuestro país es la de ir alcanzando progresivamente los niveles de consumo previos a la pandemia hasta lograr en 2023 un volumen positivo en el gran consumo de los hogares. En cuanto a la regulación de unos precios de la alimentación que acaparan los titulares de los medios de comunicación, el experto en consumo ha recalcado que lo normal es construir un sistema de libre mercado que funcione con independencia de quien gobierne. En este sentido, Velencoso se ha mostrado sorprendido del incendio constante que se vive en torno al precio de los alimentos cuando la inflación es generalizada y algo que afecta a todos los ámbitos del consumo.
Nuevo enfoque estratégico
Para cerrar la jornada, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, ha manifestado la necesidad de hacer un replanteamiento de la cadena agroalimentaria desde un enfoque geoestratégico de la producción reforzado por la crisis de Ucrania. Así, Del Pino ha apostado por analizar las fortalezas y oportunidades que ofrece este nuevo marco para reestructurar los necesarios elementos de la cadena.
Tras recordar que el problema actual reside en el coste de los inputs de cada eslabón de la cadena, el presidente de la patronal de los supermercados, ha celebrado el que, por primera, vez todos los representantes hayan estado de acuerdo en que no hay que buscar culpables en esta situación de escalada de precios, sino trabajar entre todos para salir de la situación. Del Pino ha apostado por centrarse en el análisis de datos más que en el debate político para hacer un análisis riguroso de lo que está pasando en cada fase de la cadena.
Por último, el directivo ha recordado que para hablar de sostenibilidad hay que hacerlo desde tres perspectivas: la económica, que pasa por la inversión y la innovación para transformar el sector y hacerlo más competitivo para que cada actor busque su rentabilidad; la social, que centrada en asumir la importancia de defender las condiciones de la vida en el campo; y la ambiental, que es un reto conjunto, pero que debería buscar una proporcionalidad entre los objetivos a cumplir y los medios existentes para conseguirlo.
Visualización de la Jornada completa y Fuente: JavierMesa – eleconomista.es