Durante el encuentro celebrado con el presidente estadounidense, Barack Obama, Rousseff expresó su preocupación por el impacto de las políticas monetarias expansivas de las economías desarrolladas sobre el mundo en desarrollo.
También criticó a Estados Unidos y Europa en ocasiones anteriores por causar un "tsunami monetario" que inunda de liquidez a Brasil y provoca un alza del real, lo que hace menos competitivas las exportaciones del país sudamericano.
Pidió además a su homologo revisar la postura de su país con respecto al bloqueo a Cuba.