Aunque tengamos nuestro despacho en casa y lo tengamos acondicionado con todo lo necesario para que las musas nos vengan a visitar y se queden a vivir ahí con nosotros hasta que terminemos nuestra novela, dentro de casa tenemos demasiado ruido externo como para concentrarnos (igualito que cuando éramos pequeños y nos poníamos a estudiar). Por ello, si queremos seguir escribiendo ahí debemos guardar bajo llave todo lo que pueda distraernos más allá de nuestro ordenador (sin conexión a Internet). Nuestro móvil, teléfono, cualquier revista y/o cualquier elemento que nos evada de lo que estamos haciendo tiene que quedar fuera.
Si además de dejar nuestro despacho como si fuese el desierto del Sáhara pero con un enchufe y un PC o Mac, puede ser que al estar en casa el ruido de otras habitaciones sea un inconveniente para nuestra concentración. Siempre podrás comprarte unos buenos tapones para los oídos o buscar lugares alternativos, como una biblioteca o la casa de un familiar o un amigo que sabes que está de viaje y está totalmente sola.
Otro factor que puede hacer que te retrases en tu libro es que no tengas un plan estructurado y dejes todo en manos de la improvisación. Si compaginamos nuestro trabajo o nuestro estudio sabemos que tenemos determinadas horas comprometidas a ello pero necesitamos planificar el resto del tiempo para saber cuándo vamos a escribir, cuánto tiempo y cuántos días a la semana para conseguir concentrarnos mejor y sacar el mejor partido a nuestro libro.
¿Cuáles son tus mejores técnicas para conseguir sacar adelante tu libro sin distracciones? Cuéntanoslo.