Dime qué riesgo eliges...

Publicado el 18 abril 2013 por D10
Sabiendo que el riesgo ignora estilos, el riesgo que elige tomar el entrenador determina las aspiraciones del equipo. El DT que elige regalar la pelota sabe que dependerá de cuántas veces el rival se equivocara, y el que elige la pelota y un equipo en posición ofensiva, aspira a protagonizar los partidos, y se evidencian más las equivocaciones propias.
Desde que volviera Bianchi a la conducción de Boca, eligió arriesgar menos, intentó armar un equipo que tuviese la pelota y protagonizara los partidos, pero el proceso anterior dejó tal miedo rondando alrededor de Boca, que el mínimo paso en falso resulta escalofriante. Claro, cuando Bianchi logra imponer lo que pretende, ya sabemos cómo resulta.
Anoche, ni el doctor Román, rengo y sin su hidrocodona, pudo disimular el terror escénico. Y nadie justificó esta vez el papelón del tanque de oxígeno en Bolivia, nadie justificó al equipo que perdió a Roncaglia y a Cvitanich, hoy nadie aplaudió a la conducción del equipo por no asignarle gran importancia a las peleas públicas de Estevez y Barijho. Hoy se habla de un equipo sustentado por Orión, quien se ganara el corazón de la hinchada durante 2011 y no por hacer bien los saques desde el arco, hoy se habla de un equipo lleno de dudas, como si alguien no las tuviera.
Hoy aparecen un montón de crédulos que se sienten Nostradamus por el sólo hecho de enumerar ejemplos. "Miren que el River que se fue al descenso empezó igual que este Boca", "miren a Independiente con el técnico pedido por la hinchada", "miren dónde está San Lorenzo", (el taiwanés - anoche). O sea, la superstición según la que lo que ha sucedido antes habrá de suceder siempre, les dura hasta que recuerdan que el entrenador actual acostumbra a llegar a las finales del mundo, ahí se termina la superstición y todo lo que sucedía antes ya no habrá de suceder, entonces hay que echar al entrenador, a los defensores, a los volantes, a los delanteros, a los amigos de los delanteros, y traer a un entrenador que garantizara la estabilidad en primera. Así es el capricho, se cruzan de brazos, se empacan, y patalean,  hasta que todo funcionara de acuerdo a sus rapaces expectativas.
Lo bueno es que quedan expuestos, y solamente funcionan rogando que el equipo continuara perdiendo, porque cuando el equipo gana, ay, cuando gana, no saben pa' qué lado agarrar. Si ante el resultado favorable deciden continuar criticando, niegan la propia ideología según la que lo único importante es ganar, y si deciden valorar las cosas buenas del equipo, terminan desdiciéndose y encontrando virtudes allí donde antes encontraban solamente defectos. Eso es lo bueno.
Boca, que anoche jugó muy mal en la altura mexicana dejando una sensación que oscila entre la vergüenza y el asco, a instantes de explotar la interna y dejar el cráter que muchos están esperando, la tiene muy difícil, no tendría ni que presentarse a jugar los octavos de final de la copa.

* Comentario de mi madre durante el partido: "Ese Ervitti está cada día más chiquito". Cualquier similitud con los comentarios de Fernando Niembro son pura coincidencia.