Es transparente Dª Teresa en sus denominadas propuestas de sentido común para el debate de investidura, y no puede quedar más claro que la formación podemita no apoyará a la Sra. Díaz en el caso de que los Sres. Chaves y Griñán no dimitan; también ponen como condición asegurar la devolución de los fondos malversados, y uno que está mayor en estas lides, no deja de preguntarse de donde sacarán los andaluces casi mil millones de euros que volaron entre sindicatos, partidos, una cosa y otra. El caso es que la coherencia debería obligar a los flamantes quince diputados del nuevo partido, a votar en contra de la investidura de Dª Susana, y eso no está muy bien visto desde Madrid, donde D. Pablo se empeña en hacer parecer a su formación un partido socialdemócrata en vez de representar una izquierda tan radical como trasnochada y de la que el Sr. Iglesias nos habló largamente, además de identificarse con ella.
En fin, tiempo al tiempo. De momento, aunque el PP y el PSOE se llevan más del sesenta por ciento de los votos andaluces, ya hay una significativa masa de población que optó por terminar con el bipartidismo. Podemos, Ciudadanos partidos nacionalistas de todos los colores, ponen fin a la hegemonía de las dos formaciones mayoritarias que llevan mucho tiempo en caída libre, aunque no lo saben o no lo quieren saber.