A la perpetua pareja se suman ahora dos nuevos músicos, Juan Sánchez y Alain Martínez, para entre los cuatro resetear la maquinaria y entregar un nuevo álbum, muy elocuentemente titulado 'Cero', con el que Dinero definitivamente arranca de nuevo "sintetizando todo lo anterior para llevarlo a otro nivel" y sin ceñirse al formato trío. Y que este viernes 21 de abril presentan en la sala Joy Eslava de Madrid (entradas AQUÍ).
"El inicio de la gira DNR -su tercer disco, de 2014- fue la época más dura de la banda porque no sabíamos qué iba a pasar. Rubi dejó la banda y tuvimos un nuevo bajista que ya tampoco está. También fichamos por Hook Management y nos movimos dentro de Warner", recuerda Marholm a Mercadeo Pop, mirando hacia atrás para coger impulso.
Desde esa vista al pasado, afianza su discurso recalcando que en ese momento en el que Ekain y él se vieron solos constataron que necesitaban "explorar musicalmente" otros sonidos sin limitarse al trío que estaban acostumbrados a ser. "Es que armónicamente, por mucho que lo explotes, llegas hasta cierto punto y no puedes hacer más", admite.
Una vez que tuvieron eso claro, reclutaron a los nuevos fichajes y comenzaron a "experimentar" en el propio estudio que Sean tiene desde hace un par de años, teniendo como referencias discos como Opposites de Biffy Clyro y otros de Radiohead o Silverchair. Y tanto probaron que incluso el nuevo álbum se abre con un sintetizador en el tema Año cero, algo impensable antaño.
"Siempre hemos tenido esas influencias. Una de mis bandas favoritas es Radiohead, pero por nuestro concepto musical nos habíamos enfocado en un rock más directo. Ahora las canciones cogen una profundidad y un envolvente más atmosférica que les ha venido muy bien", reflexiona, para acto seguido conceder que quizás sí estuvieran un poco encorsetados.
Esto le lleva a concluir que en Cero "hay una primera mitad que explora nuevas zonas y luego otra que es como una síntesis de todo lo anterior, aunque también adaptada al nuevo sonido". Y apostilla: "Pero no somos ahora un grupo de teclados y sintetizadores. Bajo, guitarra y batería están omnipresentes todo el rato, sobre un colchón distinto".
"Sigue estando la potencia pero es un disco que tiene mucha más dinámica. Es un disco con muchas atmósferas y muy galáctico, es como frío cálido, porque las letras son más positivas pero la música es más cavernosa", profundiza Sean, quien añade que "los teclados te dan la posibilidad de dar ese colchón y jugar con las dinámicas mucho más".
Con el disco ya en la calle, el cuarteto está ya entregado a una gira que comenzó a finales de febrero y que este viernes pasa por la sala Joy Eslava de Madrid, después de su reciente paso por el SanSan Festival. "Estamos notando que estamos creciendo y este disco se ha afrontado con la ilusión de que íbamos a tener apoyo y por eso lo mimamos todo en la composición y en la grabación", apunta.
Sobre el impulso que pueden lograr con este cuarto álbum, Sean señala que tuvieron "un arranque muy fuerte con el primer disco y la primera gira". Después de ese "boom inicial", el grupo consiguió mantenerse gracias a que son una "apuesta segura" en directo. "En el local notamos que hemos crecido enormemente y tenemos unas ganas tremendas de enseñar este nuevo show a la gente", adelanta.
Y añade, con cautela a la par que ilusión sobre esta etapa: "Eso que nos ha mantenido hasta ahora, llevado a otro nivel, es lo que nos puede hacer subir un poquito, establecernos más. Soy prudente y creo que el paso no va a ser enorme, pero va a ser positivo, que vamos a crecer un poco más y sentar las bases para que venga algo mejor".
Tras la presentación en salas, llegará el turno de los festivales, en los que les ha costado encajar pero ahora se sienten cómodos: "Los festivales de indie o de música más abierta necesitan a una banda como Dinero para meter caña o animar la cosa en algún momento. Este disco, además, nos hace un poco más amigables para esos festivales, porque ahora asustamos menos en los primeros veinte segundos de cada canción".
Los planes del grupo pasan, por tanto, por tocar todo lo posible durante los próximos meses. "Somos muy peleones, llevamos ocho años nadando contracorriente, así que se nos hace fácil luchar", indica sonriente Sean, quien aprovecha, además, para alertar de que "tanto festival hace que mucha gente se salte el paso de ver en una sala a una banda".
Por eso, anima al público a que se acerquen a los conciertos en las salas y que apoyen a las nuevas bandas. Ese es el reto: "Apoya a tu banda local, que los músicos se gastan el dinero en el concierto, porque solo van a intentar no perder. El beneficio que tienen es tocar y que les descubra alguien para poder crecer".
"Si no apoyamos a las bandas locales, nos vamos a quedar sin bandas nuevas en diez años y van a ser los mismos grupos haciendo los mismos discos. Que a nosotros no nos iría mal porque estamos ahí, pero por la salud de la música es necesario que se vaya renovando y que aparezcan nuevas bandas que nos hagan ponernos las pilas a los que estábamos antes", sentencia.
ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo EN EUROPA PRESS.