Dinero de plástico

Publicado el 05 abril 2021 por ArÍstides

UNA INVERSIÓN EN CONOCIMIENTO PAGA EL MEJOR INTERÉS de Benjamín Franklin.

Quien haya viajado por Noruega o Suecia habrá apreciado que el dinero en efectivo apenas se utiliza. Es posible pagar cualquier cantidad, por pequeña que sea, con tarjeta; incluso los servicios públicos tienen en la puerta un datáfono. En otros países el uso de medios de abono digital es una realidad que se va imponiendo por medio de las nuevas tecnologías, como pueden ser los pagos por tarjetas, móviles, criptomonedas o por monederos tipo Bizum. Se trata de una oferta monetaria que cuenta con el mismo respaldo que el dinero efectivo.

Para el consumidor solo hay dos diferencias sustanciales. La primera, que el origen de su dinero puede ser controlado por las autoridades monetarias en su persecución del dinero conseguido de forma ilícita. La segunda, que hay personas que, por penurias económicas o por edad o formación, no tienen acceso al tipo de plataformas que lo facilitan. Este mayor control sobre las personas puede llevar a algunas entidades monetarias a excederse en sus atribuciones.

El pago en metálico es mas difícil de controlar por los gobiernos al poderse ocultar con facilidad, lo que dificulta mucho su lucha contra la evasión monetaria y el fraude fiscal. Tener localizada esta masa mediante el rastreo digital del dinero dificulta los pagos en B y la economía sumergida, que en el Estado Español es del orden del 21%. Se trata, por tanto, de un dinero insolidario que no tributa impuestos.

Desde que la masa monetaria no está respaldada por el patrón oro, el valor del dinero quedó en manos de la confianza que en esa moneda tenga el mercado. Un mercado volátil, porque muchos de sus resortes se le escapan a los bancos centrales, que no tienen control sobre el dinero efectivo. Los pagos digitales vienen a solucionar ese problema y a dificultar un poco más la misión del sistema bancario, porque gran parte de su cometido puede ser sustituido por las tarjetas de los establecimientos, que podrían ofrecer los mismos servicios como una alternativa a su actividad original.