La pacifica existencia en el planeta Valoria (no confundir con la Valoria cántabra ni con la vallisoletana Valoria la Buena) se ve interrumpida por el ataque de la Armada Rulon. El líder de los Valorios, Questar (Titán en el doblaje en español), reúne a un grupo de supervivientes y, utilizando su dispositivo de modificación del espacio-tiempo, escapan de los rulons terminando en la era Mesozoica de nuestro planeta Tierra. Aquí, gracias a sus poderes telepáticos, se comunican con las criaturas que pueblan el planeta (dinosaurios, reptiles voladores...) y estas les ayudan a adaptarse a su nuevo entorno mientras el grupo de refugiados intenta reparar su nave y el dispositivo de viaje en el tiempo. Al comenzar las hostilidades con Krotalon y sus tropas armadas a lomos de dinosaurios, los valorios reclutarán, a su vez, a muchos dinosaurios y los armarán para el combate. Hablemos ahora del ejercito valorio.
Como decíamos, esto es al principio de la serie, ya que en los últimos episodios se incorpora otro saurópodo: el Brontosaurus, en este caso con un tamaño descomunal. Su armadura está repleta de elementos defensivos y ofensivos, incluso incluye a tres pequeños Rhamphorynchus que utilizan al saurópodo como base para, desde ahí, salir a bombardear a los enemigos. La figura es, probablemente, de las más grandes que existían en juguetes de dinosaurios de calidad hasta la llegada de los colosales de la franquicia jurásica de estos últimos años.
De pequeño tamaño también, pero igualmente de muy buena factura, econtramos al Styracosaurus y, siendo más sencillo, pero también muy correcto, al Protoceratops, que funciona como una unidad de comando. Stegosaurus y Edmontonia cierran las filas acorazadas, ambos de tamaño medio y con armaduras voluminosas.
En el aire tenemos a Quetzalcoatlus con su jinete Yungstar (llamado Titar en el doblaje al español, algo que sigue provocando más de un comentario entre los fans por los momentos en los que Titán y Titar comparten escena, resultando algo confuso), la criatura alada tiene el mismo molde que el rulon, pero, curiosamente, su coloración es totalmente diferente. Cierra la fuerza aérea de Valoria el Pterodactylus, en este caso montado por un adolescente.
Este sería el repaso al ejercito valorio “regular”, porque tenemos que añadir un cuerpo de “voluntarios” reclutados para el último episodio de la serie: el especial sobre la Edad de Hielo. En una serie de pruebas del dispositivo de viaje en el tiempo, un pequeño grupo de Dino-Riders se lanza millones de años al futuro hasta la Edad de Hielo, donde un grupo de hombres de las cavernas (cromañones y neanderthales) se unirán a ellos en su cruzada contra los rulons, aunque esta vez, en lugar de dinosaurios, montarán mamíferos prehistóricos.
Las cuatro figuras están hechas de manera muy detallada y son una rareza en las figuras de animales prehistóricos, en algunos casos por ser animales poco habituales, como Entelodon, y en otros casos por su tamaño y nivel de detalle, como el mamut.
Sea como sea, Dino-Riders supuso un pequeño hito en lo que a juguetes se refiere, permitiendo que los niños de los 80 tuviéramos, a la vez, un juguete muy divertido y una figura realista y detallada de un animal extinto y la mejor prueba de ello es la cantidad de adultos que aún conservamos alguna (o todas) de estas figuras desde nuestra infancia.
JAVIER CAMPO