La moral concierne a la eternidad, pues algo sólo es bueno si lo es siempre, y sólo es malo si lo es siempre. Ahora bien, si el hombre no es siempre, el bien y el mal no pueden ser naturalmente su objeto, ya que son valores que le exceden en grado infinito.
"Seremos nada" es tanto como decir "somos nada", despoja a la humanidad de todo valor. Si te pago con dinero que mañana no valdrá, no me aceptarás esa divisa. Para el ateísmo el hombre es moneda falsa.