KLa bendición de Dios este con todos nosotros. Que hermoso es el contacto con Dios. En el Antiguo Testamento en el libro de Éxodo Dios mismo nos habla con unas palabras muy alentadoras. Vayamos a Las Sagradas Escrituras en el libro de Éxodo capítulo 20 v del 1 al 7.
1-Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2-Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3-No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4-No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5-No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6-y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7-No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Aunque al parecer que los mandamientos estuviesen dirigidos únicamente al pueblo de Israel en aquelos tiempos, no debemos olvidar y si tenemos que observar con presición que hoy día seguimos siendo el pueblo de Dios. Somos descendientes de estos grandes personajes de la historia en aquellos tiempos. Somos los mismos que se describen como numerosos como los granos de arena y como las estrellas del cielo, la cual cumple la promesa de Dios a Abram como lo narra el libro de Génesis en el capítulo 17. Imaginemos este encuentro cuando se aparece Jehová a Abram. Abram siendo de 99 años en edad recibe este pacto de ser padre de muchedumbres de gentes! Un anciano ya avanzado en edad recibe esta promesa.
¿Se imaginan que pasaría por la mente de Abram al recibir tan alto honor? Y que pensamientos tendría al pensar que su anciana esposa sería madre a la edad que ella tenia en el momento? Incluso hasta Abram y Sara misma dudaron de esta promesa de Dios. Veamos Génesis capitulo 17 v 17 y capitulo 18 v 11.
Recordemos esto, hacer lo imposible es el oficio cotidiano de Dios. Nuestros grandes problemas no son imposibles de resolver si dejamos que Dios los maneje. Dios es quien tiene las riendas de todo el universo y todo lo que existe aqui en la tierra. El controla los vientos las aguas y todo lo que existe.
Dios no solo hizo un pacto con Abram de hacer su decendencia grande en multitud. En su plan tambien había una serie de reglas para su pueblo a seguir y es de ahi el origen de los mandamientos. Dios sabía que su pueblo estuvo expuesto a gente de religiones paganas y es por eso que el primer mandamiento nos manda a reconocer que Él es solo uno. No hay otro Dios como Él. Debemos amarlo con todas las fuerzas de nuestra mente, alma y corazón. Si hacemos esto y le damos el honor que como hacedor de nuestras vidas Él se merece, estamos obedeciendo este primer mandato de la ley. Bendito sea el nombre de Dios amén!