Más bien, recibo muchas cartas de preciosos seguidores de Jesús que están viviendo con un dolor interno increíble y situaciones de crisis: divorcio, hijos en drogas o en la cárcel, muerte de un cónyuge. Una mujer profundamente enamorada del Señor se aflige por la muerte de sus hijos, que murieron sofocados en un incendio. Un pastor se aflige por su esposa, que lo dejó a él y a sus hijos por una amante lesbiana.
Tengo un mensaje para ustedes, personas piadosas que están sufriendo. En el Salmo 40, David clamó: “Me han rodeado males sin número. . . Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme" (Salmos 40:12-13). “Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan…Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes” (40:16-17).
He sido tan bendecido y consolado por esta línea en el versículo 17: “Jehová pensará en mí”. ¡Imagínate eso! El Señor que creó todas las cosas, el Dios de este universo, piensa en mí. Incluso ahora, en tu hora de necesidad, Sus pensamientos son sobre ti.
Cuando Israel estaba cautiva en Babilonia, llorando por la pérdida de casas y familias, Dios les envió una palabra a través de Jeremías: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). Dios le dijo a Su pueblo: “Tu pesadilla va a terminar. Yo sólo tengo pensamientos buenos y amorosos hacia ti; y si me buscas con todo tu corazón, me encontrarás”.
Derrama tu corazón al Señor. ¡Él está pensando en ti!
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