Mis dioses me recordaron
no andar descalza
para no tentar a la serpiente
que anida en mi cabeza.
Quiero alojar en mis brazos sin permiso
este gemir continuo de mi árbol deshojado
que se encima en mi pecho,
rivalizando con su silencio penetrante.
Afilare al mediodía mi cuchillo
y cortare los colores que me rodean
vistiendo ásperos y místicos
vestidos de arpillera.
Quizá desnude mi orgullo
lavando mentiras propias y ajenas
con jabón bruto y escofina .
Limpios y almidonados
mis dioses alcanforados
han perdido su mañoso celo,
hoy comen todo lo que les doy.
* Amantes-Dali.JPG