No bastando eso, el legislador priista decidió tomarse fotografías con poses similares a la de los simios y terminando por exhibirse ante el mundo.
Por supuesto la burlas no cesaron y algunos cuestionaron si es prudente que el Diputado tome estas actitudes que aunque como persona tiene el derecho de hacer el ridículo, finalmente representa a los ciudadanos y estás acciones sólo vejan el sistema político mexicano aún más.