Dire Straits editó su primer disco homónimo en 1978, un disco que aún a día de hoy suena estupendo. Corrían los últimos setenta y la revolución punk recorre Europa, pero sobre todo en Gran Bretaña tiene su centro neurálgico. Los Sex Pistols han enarbolado la bandera de la rebelión y de la anarquía al grito de "Dios salve a la Reina", y su chirrido es una clara y natural reacción contra el rock sinfónico precedente de grupos como Pink Floyd y atenta claramente contra la mastodóntica y prepotente industria discográfica imperante. El último de los elegantes grupos americanos, The Band, ha ofrecido sus postreros coletazos con The Last Waltz y Gart Hudson, Jamie Robbie Robertson y sus amigos no sabían ya por entonces, que tenían sucesores: los británicos Dire Straits. Bob Dylan tampoco sospechaba, ni por asomo, que estaba naciendo artísticamente, un hombre, guitarrista y compositor con el que iba a hacer muy buenas migas en años venideros, un tipo que iba a engrosar, por derecho propio, la lista de perlas que componen el rosario de estrellas del rock and roll, un tal Mark Knopfler. Mark era el compositor, voz y guitarra solista, su hermano David Knopfler el guitarrista rítmico que también hacía coros, John Illsley el bajista que también hacía coros, y Pick Withers el extraordinario batería.La segunda cara del álbum empezaba con la joya de la corona, el que fuera su primer y genial single, Sultans of Swing, un tema grande, contagioso en su desarrollo y en su exposición, pero sin llegar, y aquí radica su grandeza, ni a empachar ni a empalagar. Una canción, cuyas influencias abarcan todas las citadas antes, pero además hay que añadir la portentosa interpretación de Mark a la guitarra, cuyas versiones en directo eran ya de Cum Laude, con esos solos que estaban repletos de alegría e imaginación. En si el tema, por la letra, es un homenaje de Mark a las muchas bandas de jazz que amenizan las noches londinenses, con entusiastas grupos de dixie, sentando cátedra de profesionalidad.Tres días antes de salir el disco, tocan varios temas del mismo en el Old Grey Whistle, y por supuesto una de ellas fue Sultans of Swing. Os dejo con Sultans of swing en el Old Grey Whistle de 1978.