La organización delictiva funcionaba en la cercana y turística localidad de Es Pujols, en el club de alterne Kennedy, un bar de copas, y en tres viviendas, lugares donde se utilizaba a prostitutas para el tráfico de pequeñas cantidades de droga entre sus clientes. Doce de de las acusadas, la mayoría de origen rumano y dos de origen español, pasaron a disposición judicial con la acusación de prostitución y narcotráfico. Pero, lo más llamativo fue la detención de la directora del centro religioso mencionado, quien, según informaciones desprendidas del caso, compaginaba su labor docente con la prostitución y el narcotráfico, un hecho que las religiosas que trabajan en dicho centro educativo no se explican. Las monjas señalan, mientras se hacen cruces, que la directora avisó para comunicar que ese día no iría a trabajar al colegio por motivos personales. Pero la amalgama de sorpresas aumentó cuando se conocieron los motivos de tal ausencia.
Así lo informaron fuentes de la Guardia Civil, que anunciaron que una docena de personas arrestadas pasarían a disposición judicial. Al parecer, esta banda pretendía ocupar el vacío dejado por la detención, durante el mes de noviembre, de 25personas por tráfico de estupefacientes, la operación más importante llevada a cabo en la isla hasta el momento.