Directores con estatus de culto: Stanley Kubrick

Publicado el 28 agosto 2012 por Mumbo @OMasti2012

Stanley Kubrick fue uno de los más influyentes cineastas de la historia del cine. Destacó tanto por su precisión técnica como por la gran estilización de sus cintas y su marcado simbolismo. Realizó trece películas en su extensa carrera, entre las cuales se encuentran varios clásicos del cine, y la gran mayoría de ellas son consideradas piezas de culto.
Kubrick luchó y logró el tan ansiado control total sobre sus películas, con el fin de que su visión fílmica no se viera afectada más que por lo que él entendía como coherencia artística. Sin estudios formales de cine, participó en cada etapa de la producción de una cinta, aprendiendo las técnicas y el oficio, llegando a aportar innovadores procedimientos técnicos (efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces y lentes) y narrativos que le permitieron a la industria en general avanzar varios años.
Otro apartado donde fue decisivo fue en el empleo de la banda sonora en las cintas que dirigió, anticipándose a varias tendencias, incorporando tanto la enciclopédica revisión de la música perteneciente a la época en la que se ambientaba la película de turno, así como también emplear los aportes de la electrónica cuando esta se aplicaba mayormente en el campo experimental.
Sus películas no dejaban de incorporar sus propios intereses intelectuales y la reflexiones sobre el hombre y su lucha constante con su entorno, ya sea físico, social, psicológico o metafísico. Su observación del ser humano siempre guardaba una distancia prudente, que en vez de frialdad (como lo tachaban algunos críticos), podría más bien leerse un verdadero interés y abierta curiosidad por entender el proceder del personaje como pieza dentro de un engranaje más complejo que lo puramente cultural. Él busca aquellos códigos dentro de cada ser humano que lo empujan a accionar de una manera en particular, tanto en la intimidad como en la odiseas titánicas que modifican el curso la historia, creando en el proceso imágenes tan sobresalientes y atemporales que se han convertido en parte de la cultura popular.
Un tema final podría ser su obsesión con los detalles y la calidad del producto. Pocos directores hicieron de esto un tema mayor: entender el filme como acto de aprendizaje extremo del entorno del personaje, en base a una sólida investigación que llevó, junto a su perfeccionismo, a dilatar sus rodajes y aumentar el aura mítica que proyectaba en la prensa.
Un halo de misterio rodeó siempre la personalidad de Stanley Kubrick. Nacido en 1928 en el neoyorquino barrio de Bronx, perteneciente a una familia judía procedente de la Europa central, su personalidad era arrolladora. Tozudo y determinado, frío y calculador –una de sus aficiones favoritas era el ajedrez–, parecía capaz de acometer todo lo que se proponía. No le gustaba exhibirse en público, sobre todo tras fijar su residencia en Londres.
La fortuna y el gusto por la fotografía condujeron a Kubrick en su juventud al periodismo gráfico. Sus instantáneas, muy apreciadas en la revista Look, le llevarían a la filmación de noticiarios de cine. Y entonces lo tuvo claro. Quería contar historias con la cámara. Y estaba dispuesto a invertir su propio capital. Todo con tal de hacer lo que él quería, sin interferencias. "Fear and Desire" fue su primer largometraje que financió con 13,000 dólares obtenidos de préstamos familiares, "El beso del asesino (Killer's Kiss)" fue su segundo film, también realizado con escaso presupuesto, y "Atraco perfecto (The Killing)" fue su primer gran filme, con un presupuesto de 320,000 dólares y un reparto de importantes actores de Hollywood. Estas pequeñas películas realizadas a partir de 1953 con escasos medios llamaron la atención de la crítica y de un tipo avispado, James B. Harris, que se convertirá en amigo y confidente. A partir de aquí los estudios, primero MGM, luego Warner, advierten el talento innegable de un director con inquietudes intelectuales y enorme poderío visual. Al rodar un film parece estar resolviendo un problema matemático, calculando las jugadas necesarias para dar el decisivo jaque mate. Una toma no es perfecta, y la repetirá una y otra vez hasta lograr lo que desea, aun a costa de exasperar a actores y equipo técnico. Inventará mil trucos y artilugios para que los planos sean cómo él los ha imaginado.
En 1957 realizó la excelente "Senderos de Gloria (Paths of Glory)", basada en una novela de Humphrey Cobb, que fue interpretada por Kirk Douglas. El mensaje antibelicista de la cinta hizo que en Francia, a cuyo ejército pertenecían los protagonistas, estuviera prohibida durante décadas. 
Tras "Senderos de gloria", Kubrick estuvo trabajando junto a Marlon Brando en la preproducción de "El Rostro Impenetrable (One-Eyed Jacks)" (1961), aunque tras varios meses sería despedido por desavenencias con el actor, quien terminó dirigiendo la película.
En 1960 realizó junto a Douglas "Espartaco (Spartacus)", sustituyendo a Anthony Mann. Esta fue el único film del que no tuvo el control absoluto. La película ganó tres premios de la Academia y fue un éxito comercial, lanzando de manera definitiva la carrera de Kubrick.
Las aspiraciones artísticas y comerciales de Kubrick le llevaron a hacer "Lolita" en 1962, film que estuvo envuelto en escándalo por adaptar una historia tan controvertida para los estándares de la época, ya que narra la historia de la seducción de una menor de edad por parte de un hombre maduro, y de ahí que dirigentes conservadores exhortaran a no ver la película.
Tras el éxito de "Lolita", se permitió afrontar proyectos más arriesgados. Se separó de su socio y amigo Harris para producir su nueva película en solitario. Así que, en medio de la guerra fría y de la crisis de los misiles cubanos, Kubrick comenzaría a rodar "¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove or how I learned to stop worrying and love the bomb)", en 1964.
 
Aunque fue en 1968 donde Kubrick alcanzaría la cumbre de su carrera con "2001: Una Odisea en el Espacio (2001: A Space Odyssey)". La película no solo buscó elevar el estatus de un género menor en aquel momento, la ciencia ficción, que se limitaba a alienígenas antropomórficos y platillos volantes, sino además narrar una audaz parábola sobre la evolución del hombre: Una elipse de 4 millones de años. La película se construye sobre la base de un relato corto de Arthur C. Clarke, The Sentinel, que Kubrick leyó en 1964 y en ese año junto con Clarke, empezó a construir el guion inicial de la película que protagonizaron Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester y Douglas Rain como la voz del computador HAL 9000. En 1966 Kubrick ya había filmado todas las escenas con actores en los estudios Shepperton en Inglaterra. En 1968 se concluyeron los efectos especiales. El presupuesto inicial de 5.5 millones de dólares creció a 10 millones. Pero fue en la sala de edición donde Kubrick estableció los mayores cambios entre esta película y sus predecesoras: solo contiene 40 minutos de diálogo para un metraje de 141 minutos, además de ser la primera película del director sin narración alguna. Con unos efectos especiales sin precedentes (diseñados por el mismo Kubrick y ejecutados y supervisados por Douglas Trumbull), y una confianza ciega en sí mismo, Kubrick realizaría finalmente una de las películas más complejas, vanguardistas y arriesgadas de la historia del cine. 

Kubrick toca diversos temas en la cinta (la inteligencia, la soledad, la muerte, la evolución, la inmortalidad, la auto reflexión, la inteligencia artificial...) que hacen del trabajo un motivo continuo de reflexión, manteniéndola vigente a la postre. Sus efectos especiales y la recreación del viaje espacial siguen siendo apreciados por su fidelidad técnica, estableciendo un antes y un después en la innovación tecnológica de los efectos y del género en sí mismo. Otro aspecto notable es la música, apartado donde Kubrick también ha aportado mucho. Descartó la banda sonora que originalmente había compuesto Alex North, quien se había encargado de la música en Spartacus, usando las composiciones clásicas que empleó en la sala de edición. Entre las partituras utilizadas, además de Richard Strauss o Aram Jachaturián, Kubrick empleó ampliamente la música vanguardista del compositor rumano, György Ligeti, impulsando enormemente su fama a nivel mundial. Con esta película Kubrick ganó su único Óscar a título personal (por el diseño de efectos especiales), varios Premios BAFTA entre otros.
La historia de Napoleón, proyecto en la que pensaba recrear la vida y las batallas más importantes libradas por el dirigente francés, fue un sueño largamente ansiado por Kubrick, quien desarrollo una investigación de pre producción enorme a finales de los años sesenta, que finalmente no se concretó debido a sus descomunales costos.
 
Durante aquellos años, Kubrick recibió un obsequió de Terry Southern: la novela "A clockwork orange" de Anthony Burgess. Kubrick leyó el libro de un tirón y pensó en Malcolm McDowell para interpretar el papel de Alex, a quién el director comparaba con Ricardo III. La historia narra a modo de sátira las correrías de Alex, un joven violento cuyas distracciones son la violación, la ultraviolencia y Beethoven como rezaba la promoción de la película. La naranja mecánica presenta algunas innovaciones en el aspecto técnico como el empleo de lentes más rápidos, cámaras ligeras de mano, y los micrófonos Sennheiser Mk. 12, que permitieron no tener que volver a grabar diálogo alguno tomado de la escena en vivo, así como el uso de nuevos equipos de iluminación como los reflectores de cuarzo Lowell de 1000 vatios, que le permitió a Kubrick girar la cámara en cualquier dirección sin preocuparse por capturar algún equipo luminotécnico en la habitación. La escena de la mujer y los gatos es un buen ejemplo. 
La música fue nuevamente otro elemento destacable, por su carácter avant garde en el uso de la electrónica para adecuar las melodías a las escenas por parte del músico Wendy Carlos, quién recrea mediante sintetizadores la marcha fúnebre de Henry Purcell en la obertura de la película junto con la imagen de los actores, conformando una escena de carácter hipnótico y atmosférico. También se utiliza la Sinfonía N° 9 (Scherzo) de Ludwig van Beethoven como fondo para la danza de las estatuillas abrazadas de Jesucristo y la Obertura de Guillermo Tell de Gioachino Rossini para la orgía en el cuarto de Alex pero acelerada electrónicamente. Incluso se afirma que Kubrick contactó a la banda de rock progresivo Pink Floyd para utilizar pasajes del tema Atom Heart Mother, pero finalmente no llegaron a un acuerdo. Estrenada en Estados Unidos 1971 y en Inglaterra en 1972, la película despertó una controversia nunca antes vista en el Reino Unido para un filme, en torno al contenido de la misma y sus repercusiones en los espectadores, dividiendo a los críticos, generando debates públicos en la prensa escrita, la televisión y la radio como lo analiza Christian Bugge en The Clockwork Orange Controversy. A todo esto se sumó el hecho que delitos cometidos, incluso un asesinato, en aquella época, con mucha atención otorgada por parte de la prensa inglesa, por jóvenes que aparentemente replicaban escenas de la película o en algún caso vestían trajes similares a los protagonistas. Esto aumentó la presión en el debate y llevó a Kubrick, quién según diversas fuentes estaba sumamente preocupado, a presionar a Warner Bros., su nueva distribuidora, a cancelar cualquier exhibición pública de la película en 1973 en cualquier sala del Reino Unido. Esto duró hasta el año 2000. La película obtuvo 7 Premios BAFTA incluyendo mejor película, 2 Premios Globo de oro, 4 nominaciones a los Premios Óscar, 2 Director Guild of America, en otros.
Quizá el logro más importante que obtuvo Kubrick con esta cinta fue asegurar formalmente por parte de Warner Bros., a través de un lucrativo contrato, el control total sobre sus cintas, a nivel técnico y sobre todo artístico, incluso de distribución. El éxito en taquilla del film que sobre una inversión de 2 millones de dólares pudo ganar 40 millones le permitió al director sustentar su contrato. Kubrick recibía además cerca del 40% de los beneficios, para lo cual creó una base de datos de salas donde este tipo de películas de autor tenían mejores opciones comerciales.
El trabajo de preproducción que había hecho para Napoleón le ayudó a establecer las bases para Barry Lyndon, en 1975.
 
Cinco años después adaptó la novela de terror "El Resplandor (The Shinning)" del escritor bestseller Stephen King. La versión de Kubrick es una variación sobre la versión del libro, especialmente en el carácter del protagonista y sus motivaciones. La película, filmada en los estudios Elstree en Borehamwood para los interiores haciendo tomas exteriores del Timberline Lodge, en Portland, Oregón, para recrear el Overlook Hotel, muestra la transformación del personaje de Jack Torrance (interpretado por el oscarizado Jack Nicholson), que cuida el hotel durante los intermedios de temporada, presentándolo como un ser temperamental y con una progresiva perturbación que afecta finalmente la seguridad de su propia familia. Kubrick hizo uso extensivo de una innovación reciente, el Steadicam, un giroscopio estabilizador que permitía a la cámara desplazarse a través del espacio sin vibraciones, lo cual le permite filmar de manera efectiva al hijo de Torrance, interpretado por Danny Lloyd, sobre su triciclo de plástico a través de los corredores del hotel o a Nicholson caminando por el laberinto del jardín. La música nuevamente recae en manos de Walter Carlos, ahora Wendy Carlos, quién modifica nuevamente a través de la electrónica música original; una adaptación del compositor Hector Berlioz, del tema medieval Dies Irae. Otros compositores cuyas piezas son utilizadas son György Ligeti, Béla Bártok, Krzysztof Penderecki y temas de bandas pertenecientes al primer cuarto del siglo XX. La película obtuvo buena respuesta del público y taquilla, pero la crítica volvió a dividirse en torno este trabajo del director estadounidense. A juicio del autor de la novela, Stephen King, quién inicialmente estuvo halagado con la idea de la adaptación por parte de Kubrick, el filme no profundiza en el verdadero tema de la novela que incluso posee tintes autobiográficos.
Tienen que transcurrir siete años hasta que aparezca su siguiente película, "La Chaqueta Metálica (Full Metal Jacket)", en 1987, donde vuelve a tocar el tema bélico, esta vez la Guerra de Vietnam y nuevamente es un adaptación de una novela. En este caso es Gustav Hasford y su libro The Short-Timers. La película tiene dos partes claramente diferenciadas: la preparación de los soldados en la base de Marines de Parris Island en Carolina del Sur, Estados Unidos y la guerra en sí, ubicada en la ciudad vietnamita de Huế. Durante el rodaje Kubrick rescribía el guion sobre la marcha, modificando las escenas originales. La película se rodó entre 1985 y 1986 en Inglaterra, en la base del ejército británico en Bassingbourne, los estudios en Enfield, y el gasífero de Beckton, al este de Londres, cuyo proceso de demolición fue utilizado para recrear la ciudad modernista de Huế, hasta donde se llevaron 66 palmeras. La película es estelarizada por Matthew Modine, Vincent D'Onofrio, Adam Baldwin y Lee Ermey. La música fue escrita por Abigail Mead, un alias que utilizó Vivian Kubrick, empleando un sintetizador. Para las canciones, Kubrick recurre a las listas de éxitos del periodo 1962 – 1968, incluyendo éxitos de Johnny Wright, The Rolling Stones, Nancy Sinatra, The Trashmen entre otros. A pesar que el filme se estrenó poco después del hit Platoon (1986) de Oliver Stone, obtuvo buenas críticas y buena taquilla durante su exhibición.
Tras esta película Kubrick comenzó a evaluar nuevos proyectos. En primer lugar, Inteligencia Artificial, la historia de un niño robot abandonado por su madre. Kubrick siempre había querido adaptar el relato de Brian W. Aldiss, pero no fue hasta que vio Parque Jurásico (1993), del director estadounidense Steven Spielberg, que supo que la tecnología necesaria para filmar la película estaba por fin a su alcance. También estaba interesado en The aryan papers, una película sobre dos refugiados judíos durante la persecución nazi que iba a ser protagonizada por Jodie Foster y Joseph Mazzello, el niño de Parque jurásico. Sin embargo, el mismo Spielberg se adelantaría con el filme La lista de Schindler (1993), debido fundamentalmente a la dificultad que supuso para Kubrick el encaje cinematográfico del Holocausto judío, según su propio criterio. La semejanza de la película de Spielberg con su propio proyecto y problemas de diversa índole le harían desistir.
Finalmente Kubrick realizó Eyes Wide Shut (1999), basada en la novela Traumnovelle (Relato soñado), de Arthur Schnitzler. La historia original está situada en la Viena del siglo XIX pero la película se ubica en la Nueva York de finales de siglo XX, narrando la vida una pareja de neoyorquinos de clase alta que viven aparentemente una feliz vida en común, pero que los sueños y fantasías sexuales manifestados en un momento de intimidad empiezan a desestabilizar la relación. La película contó con una pareja en la vida real de las estrellas de Hollywood de aquel momento, Tom Cruise y Nicole Kidman, como los Harford, contando con Sydney Pollack y Marie Richardson como roles secundarios. La película como en sus anteriores filmes desde Lolita fue filmada en Inglaterra incluso en las tomas exteriores, con solo algunas tomas generales hechas en Nueva York. El trabajo final es un despliegue del habitual virtuosismo de Kubrick para filmar y componer, jugando intensamente con los colores y la luz, especialmente la artificial para reforzar ciertas sensaciones, llegando incluso a forzar el revelado de las cintas para darle a la imagen un aura buscada. El score fue muy variado compuesto para la ocasión por Jocelyn Pook incluyendo al mismo trabajos de György Ligeti, Franz Liszt, Chris Isaak, Dmitri Shostakóvich. Después de casi 12 años, Kubrick volvía con una película, generando una fuerte expectación en el público, en parte por lo rumores que circularon en la prensa sobre su hábitos de vida, especialmente su misantropía, lo cual fue desmentido por el director en sendas entrevistas durante su vida. La película nuevamente generó una cierta polémica, en torno a la censura que recibió la cinta en la versión para los Estados Unidos donde digitalmente se taparon las zonas genitales a ciertos actores extras durante una orgía. El filme fue recibido con cierta tibieza por parte de un sector de la crítica en un inicio, y con entusiasmo por otros sectores, especialmente la crítica francesa que incluso le dio el premio a la mejor película extranjera del año. El presupuesto del filme ascendió a 65 millones de dólares.
Días más tarde de acabar de montar la película, a los 70 años, Stanley Kubrick moría en la cama de su residencia de Hertfordshire, al sureste de Inglaterra, de un ataque al corazón. Su muerte congregó gran interés por parte de la prensa mundial debido a la enorme fama y reputación tanto profesional como el mito personal que ganó durante sus años de vida.
La influencia de Kubrick en el cine contemporáneo es enorme y difícil de definir en su real dimensión. No sólo por la gran cantidad de libros dedicados a su persona y a su trabajo, las compilaciones que lo sitúan entre los más importantes de la historia, así como documentales televisivos sobre su vida y ensayos publicados en diversos medios de comunicación, sino también por los logros fílmicos que alcanzó en vida y el aporte que realizó al status quo de rol del director dentro la industria cinematográfica, convirtiendolo en el director más reseñado de la historia del celuloide.
Fuentes:http://es.wikipedia.org/wiki/Stanley_Kubrickhttp://www.decine21.com/Biografias/Stanley-Kubrick-52153http://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&stext=Stanley+Kubrick