Dirt 3. Análisis.

Publicado el 11 junio 2011 por Portalgameover

Dirt 3 // Codemasters // PC, XBox 360, PS3

¿Os acordais cuando las sagas actuales eran más sencillas? ¿Cuándo Metal Gear no tenías que apuntar por narices en primera persona? ¿Cuándo en Dead or Alive no tenías que especificar a que altura hacer la contra? ¿Y cuando Colin McRae Rally podías pasar todas las curvas derrapando, sin necesidad de frenos de mano?

Pero los videojuegos avanzan, y su complejidad también. Y llega, al fin, otro Colin McRae; solo que no se llama Colin McRae porque el piloto falleció hace ya 4 años. Pero su espíritu permanece.

¿Y que nos encontramos en Dirt 3? Pues algo similar a lo que ya vimos en sus precuelas o en otros juegos que están a media distancia entre el arcade y la simulación, y que parecen estar muy de moda últimamente.

Dirt 3 prometía volver a regresar al rally. Pero lo hace a medias; y digo a medias por que según codemasters el 60% del título está dedicado a este género. Aparte, hay carreras de cross, landrushes y algo que quieren potenciar mucho: la gymkhana. Un estilo que recibió un fuerte empuje mediatico gracias a los videos en Youtube de Ken Block. Y aquí tenemos la primera queja… ¿porqué un juego de rallies no se dedica solo a los rallies? Los fans de los primeros Colin McRae se lo llevan preguntando hace muuuucho tiempo.

Los gráficos de Dirt 3 son ABSOLUTAMENTE espectaculares.

En cualquier caso, no se puede negar que Codemasters se ha currado mucho este título. Es una evolución de lo visto en Dirt 2, pero quitando algunos elementos criticados, superfluos, y concentrándose en la espectacularidad visual. Y a fe que lo han conseguido: los gráficos son espectaculares, preciosos y llenos de detalles: desde la más pequeña mota de barro en nuestra carrocería hasta los destellos que da el sol sobre el capó, pasando por efectos climáticos de todo tipo, público que se mete en medio de la carretera, interiores del vehiculo  increíblemente recreados (hasta la libreta de copiloto con sus notas está representada) y escenarios muy completos, los gráficos son sobresalientes. Obviamente disfrutaréis más si teneis un PC con DirectX 11, pero no hay duda que cualquier versión tiene una calidad gráfica muy destacable. Para acompañarlo, destaca mucho el estilo gráfico de los menús: es muy particular y llena de estilo. Me gusta.

Pero esto tiene un precio; un precio que solo he podido comprobar en PS3, pero sospecho que pasa igual en otras versiones: los tiempos de carga. Son injustificables. Incluso con el juego instalado (al menos en PS3 es obligatorio), has de cargar para todo: para ir al menú, para ir a la siguiente carrera (aunque el escenario sea prácticamente idéntico), para darte las recompensas… no sabemos que problemas hay en este aspecto, quizá un fallo de planificación, pero las esperas son bastante largas entre carreras y eso es un punto negro.

¡Flipa con el peazo aleronaco que le he metio a mi buga, neng!

Afortunadamente, las carreras son harina de otro costal. Porque son divertidas, son muy manejables y, si os estáis preguntando si vais a poder disfrutarlo, la respuesta es sí. Porque gracias a los modos de dificultad, a las ayudas que puedes activar o desactivar y a la personalización  (muy escasa, pero algo tiene) de las características del coche, puede pasar de algo más o menos simulador (que ya os digo que de simulador, simulador, aun con todo al máximo, no es), o un arcade poco más complejo que un Out Run. Juega en fácil y todo activado, y aunque te pegues 3 trompos por carrera (cosa difícil, porque el coche siempre irá a la velocidad optima) llegarás primero en casi todas las carreras. Y con mucha diferencia de tiempo, por si acaso la cagas en la siguiente. Toca algo del coche o las ayudas, y si no eres aficionado se bienvenido a un mundo de dolor y mareos: el coche puede llegar a ser muy incontrolable, y acabas metiéndote de toñas a diestro y siniestro. Aquí, para arreglar el tema, vemos un sistema que popularizó Grid: los flashbacks. Una manera de volver atrás en el tiempo y corregir aquellas cagadas que te estropearían una carrera perfecta. Eso sí, a cambio de ganar menos reputación.

Y aquí también quiero destacar un tema: el control. Porque, claro, yo solo lo he podido catar con mando. Y me quedo con el regustillo de que el juego está pensado para disfrutarse de verdad con un volante. Os animo a que los que lo hayáis podido catar con este periférico conteis vuestras experiencias y como se compara la precisión de control con un mando de consola.

Y, ya que hablamos de cosas que no he podido disfrutar… El juego viene con un pase VIP, un pase que desbloquea opciones como subir videos a Youtube o jugar a modos multijugador o acceder a determinados coches nuevos. Pero como este juego lo hemos recibido de parte de Namco-Bandai, y sabéis que lo que recibimos lo sorteamos, no puedo gastar el código VIP. Por mucho que el puñetero juego no pare de decírmelo: no puedo comenzar a jugar sin decirle que no quiero usar un código VIP. Si le doy a una opción de menú que lo necesite, vuelve a recordármelo, si quiero subir un video a Youtube, tal y como me piden todo el rato, me lo pide, si quiero coger determinados coches vuelve a recordarme que no soy VIP… Vamos, un coñazo y una falta de respeto al consumidor. O sea, que ese aspecto del juego no he podido catarlo y no os puedo decir que tal funciona. Aunque, claro, lo he probado en PS3 y ya sabéis lo fiable que es la Playstation Network, ¿eh?

Yo por tiiiiiiiii, volareeeeee...

Pero, polémicas aparte, el juego es muy, muy grande. Y muy cuidado. No solo por los aspectos técnicos ya hablados, sino por su sonido: la banda sonora es muy buena, y lo he de reconocer aunque no me guste la mitad de su selección (ya lo sabéis, no me gusta la música electrónica, pero esta queda bien, le da estilo al juego y solo está en los menús). Pero lo que quiero destacar por encima de todo son los efectos de sonido: espectaculares. Espectaculares a todos los niveles. Espectaculares por su variedad y su calidad. Y por el cuidado que han tenido: no suena igual el motor, el camino, los charcos y los otros vehículos si tenemos puesta la vista exterior que si nos ponemos en vista de cabina. Este aspecto esta extremadamente cuidado.

Como cuidado está el doblaje. Vale, hay unos actores que pueden hacerse un poco pesados por su simpatía y peloteo y buen humor. Pero son buenos, son variados y tienen a gente del mundillo como Ken Block o Jen Horsey. ¡Si! ¡Solo que al estar doblados, por ti como si son Rita la cantaora! Pero eso es una chorrada sin importancia: la adaptación al castellano de España es sobresaliente, y se merece otro aplauso más por mi parte.

Emulando a Ken Block.

Resumiendo, Dirt 3 es muy, muy recomendable. Pero tampoco está libre de sus detallitos negativos aquí y allá. Quizá su mayor enemigo es que no es especialmente original… es una revisión más de lo que lleva haciendo hace tiempo. Y con otros rivales como Grid que también son sobresalientes, Dirt 3 es un muy buen “uno más”. O sea, imprescindible para los fans del motor que no busquen un simulador. Y un buen ejemplo de lo que ha de ser un producto bien medido, bien hecho y bien adaptado.

Nota: Recomendable.

Escucha el análisis en el programa 424 de Game Over:

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