Las paredes de los clubes de Chicago están empapadas de su música desde hace tiempo. Liderados por Brian Case (90 Day Men, Ponys) desbordan krautrock por puro altruismo y abrazan las mismas causas que Suicide o Jesus & Mary Chain.
El año pasado Lux salió de la oscuridad sin ningún tipo de estridencia, y –como suele ser habitual- pasó desapercibido. Pero si los críticos fueron miopes, quien no dudó fue Michael Rother (Neu!) e invitó a la banda como soporte del proyecto Hallogallo. El resultado: engullidos por el ojo del huracán Krautrock y generando trabajos hipnóticos como Guider, grabados en un 90% en la primera toma.
Superstition inaugura esta exhibición de motorik y da paso a Not Romantic, que coquetea con el surf antes de que las guitarras y la batería establezcan una centrifugadora, cuando te das cuenta ya te ha engullido… Profundizando en lo críptico de estas brumas nos encontramos –sin previo aviso- con los 15 minutos de Revisiting. Motosierras disfrazadas de guitarras y percusión laberíntica.
Son guitarras con músculo, oscuras, con cierta reminiscencia Girls Against Boys y efluvios de Spacemen 3. Hay algo de sofocante en toda la producción y tal vez sea eso lo que enganche. Guider destila violencia incontenible, propia del apocalipsis después del punk. Guider está desnudo de melodías tarareables, aturde y confunde.
Un trabajo turbio con un final épico, no dejes que te lo cuente.
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