La meditación es un ejercicio de devoción y se compone básicamente de dos elementos: ESCUCHAR Y HABLAR
En el post anterior estudiamos el primer ejercicio espiritual que es la oración, y a grandes rasgos dijimos que orar es hablar con Dios, hoy estudiaremos el segundo ejercicio espiritual también parte de la meditación y que compone el segundo elemento básico de la misma y es: ESCUCHAR, LEER Y APRENDER LA PALABRA DE DIOS.
La Biblia es el libro que Dios nos ha dejado como guía para lograr una vida íntegra, la Biblia es la forma que Dios ha escogido para comunicarse con nosotros.
La Biblia esta llena de promesas de Dios para nosotras, debemos conocerlas y memorizarlas, ya que al saberlas y atesorarlas en nuestro corazón (creyendo), las veremos cumplidas en nuestra vida mediante la fe.
Una conversación con nuestro entrenador implica que nosotros le hablemos de nuestros objetivos, planes, metas y por que queremos alcanzarlas, implica ser honestas con el para que de esta manera el pueda armar nuestro plan de entrenamiento ha seguir y ayudarnos a llegar a la meta, por esta misma razón y teniendo en cuenta que una conversación implica mínimo dos personas, una vez terminado nuestro turno de hablar debemos escuchar al experto que nos dirá que debemos hacer, como lo debemos hacer y por que lo debemos hacer.
Cuando meditamos de esta manera por medio de la oración y la palabra, tendremos como resultado el fortalecimiento de nuestro corazón, un avivamiento interno.
El salmo 19:7a nos dice que la ley de Jehová es tan perfecta que transforma el alma, en este versículo entendemos ley como enseñanza, directriz o instrucción, eso mismo es la palabra de Dios un manual de vida que nos enseña como debe ser nuestra conducta en absolutamente todas las areas de nuestra vida.
Al estudiar la palabra de Dios es importante por dos razones:
-Nos hace más sabias veamos el versículo anterior completo: salmo 19:7 dice "La ley del Señor es perfecta: infunde un nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo"
-Tendremos mayor Fe: Romanos 10:17 dice: "Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo"
La meditación o entrenamiento que consta de estos dos ejercicios espirituales que ya estudiamos debe ser en todo momento "de día y de noche" como nos lo enseña el salmo 1:2 "sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella", la felicidad de nosotras debe estar en la contemplación y asimilación de la palabra para dirección ética y obediencia, si realmente entendiéramos que en la Biblia encontramos la respuesta a todas y cada una de las situaciones difíciles que vivimos a lo largo de nuestra estadía en esta tierra y pusiéramos en práctica sus concejos y mandatos nos ahorraríamos muchos sufrimientos.
La excusa de moda para evadir este ejercicio es : NO TENGO TIEMPO!
Es la excusa más común del hombre moderno, vivimos tan ocupados y preocupados por las cosas de este mundo que olvidamos las cosas espirituales, pero así como tenemos tiempo para ejercitarnos físicamente debemos separar un tiempo para ejercitar nuestro espíritu por medio de la meditación, orando camino al trabajo en el carro o en el transporte público, mientras almorzamos o tenemos un tiempo de quietud incluso podríamos escribir un versículo en una tarjeta, una promesa de Dios para nosotras y guardarla en nuestro bolsillo y leerla varias veces durante el día para memorizarla, creerla y verla cumplida en nuestras vidas.
Es cuestión de obediencia y de alinear nuestros deseos con la voluntad de Dios y para poder conocerla debemos meditar en ella.
que tal si empezamos esta semana por aprendernos este versículo que estudiamos hoy?
salmo 19:7 "La ley del Señor es perfecta: infunde un nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo".
con este versículo finalizamos nuestro estudio sobre la disciplina espiritual, esperando que el señor haya hablado a sus corazones y les haya dado el valor que necesitan para iniciar a vivir una vida piadosa.
y recuerden:
Feliz y bendecida semana y no olvidemos especialmente en esta semana que nuestro entrenador es un Dios vivo.