ILa música es principalmente un evento social. El acto de la música (o más exactamente, el acto de musical) es eterno, único, se vuelve desde el futuro para atraernos hacia sí, y se da sujeto a condiciones de tiempo, lugar y persona.
El acto de la música cambia vidas, y una vez que esas vidas se han cambiado hay la probabilidad, y una tendencia, hacia insistir en que el músico/s nominalmente responsable del evento cambia-vidas se mantenga exactamente en la misma vía que antes.
Hay una reticencia a permitir al intérprete desarrollar sus propias variaciones en la vida y el vivir, expresadas y articuladas en nuevas formas de música.
Hay una demanda, hecha por el oyente sobre el intérprete, que va desde la comunión a una relación determinada por los derechos del consumidor. Esto se refuerza cuando el acto de la música ha sido mediado por el comercio.
IIEl acto de la música es experiencial. Las palabras no son la experiencia. Sin embargo, buscamos articular nuestra experiencia de lo que tiene valor para nosotros. Esto enfoca nuestra atención en la experiencia y, al revisitarla y recapitularla, la masticamos de nuevo y digerimos nuestra experiencia para que nutra nuestro mañana. El evento continúa, nuestra experiencia de él también continúa, y se profundiza. Así nuestra experiencia de los eventos que tienen significado para nosotros, persiste.
IIIEl acto de la música es primordialmente social.
Entonces, ¿cómo musicamos con otros? ¿Cómo musicamos con otros intérpretes y con los oyentes? ¿Cómo musicamos con otros intérpretes, los oyentes e incluso con la Música misma, cuando esta se inclina y nos da su confianza?
The Orchestra Of Crafty Guitarists es una maravillosa oportunidad de trabajar juntos para diferentes niveles de experiencia, y de responder a niveles de reto variables.
The League Of Crafty Guitarists es una maravillosa oportunidad para manifestar intencionalidad en el mundo, con su propio objetivo principal de buscar la excelencia en la actuación.
Mariana Scaravilli