Sin perder de vista su parte sonora más contundente, en este nuevo disco vemos que son capaces de manejar melodías cristinalinas más propias del Donosti Sound o de los grupos tristones de Glasgow en la inicial Un Lugar Perfecto, llamada a ser una de las canciones de este 2015; lo mismo que la magnífica A Ninguna Parte, ambas beneficiadas por ese juego de voces entre Mónica Navarro y Juan Antonio Salinas.
Pero retomamos ese toque marca de la casa en pepinazos como La Fuerza de La Gravedad, canción que no he podido dejar de imaginar cantada a dúo con el maestro Fernando Alfaro y con quién la emparenté de inmediato; o nos dejamos llevar a lomos de la belleza de Un Lugar Para Morir, un broche de oro inmenso y espeluznantemente bello con el que nos dejan clavados en la silla pensando si lo que hemos oído es real o son cantos de sirena.
Solamente queda disfrutar todo el tiempo posible de este trabajo y esperar también con ansias nuevos pasos de este dueto maravilloso y dinámico que nos da chutes de magia en todos y cada uno de sus pasos. Palabra de fan. Amén.