Seguramente por ese "romper la cintura" me ha epatado tanto con estas canciones, que nace de la suma de poderes de nuestro protagonista con Pharrell Williams. Huella que se nota especialmente en el primer single del mismo, Saw Lighting, que nos pone a bailar de buenas a primeras y con una melodía de lo más certera que la emparenta a mi humilde entender con los grandes logros de Edwin Starr.
Pero es capaz de moverse en otros terrenos y salir victorioso, como en el caso de Uneventful Days, un synth-pop nocturno y expansivo; en la emocionante Stratosphere, en la que cuenta con Chris Martin de Coldplay en los coros; o el maravilloso colofón que es Everlasting Nothing, una canción con la soledad como tema de fondo y en la que caben citas a las amistades perdidas. Un artista que a cada paso que da se va haciendo más necesario e imprescindible.