Nunca me he creído en exceso a este grupo británico, que si bien tienen algunos logros en su haber, a mi entender nacieron al amparo del éxito del primer éxito de Interpol y supieron subirse bien al carro, incluso para que la jugada les saliera mejor que a los primeros.
Hace cuatro años de su último trabajo, y como en los anteriores, su fórmula se halla metida en un bucle de repetición de esquemas, que si bien funciona en algunas canciones lo único que consigue es aburrir supinamente.
El single Ton Of Love, con unas guitarras más rockeras y luminosas de lo habitual no está del todo mal, pero el tufo que desprenden a los primeros U2 hace que no me llegue a gustar más, o Formalhyde, para mi el hit del disco, vivaz y efervescente como ninguna otra de este The Weight Of Your Love, y quizás la más cercana al legado de Joy Division de todas las que han escrito Tom Smith y su banda.
El resto, épica lena estadios vacía que no nos aporta nada a nosotros, y me temo que tampoco a ellos aparte de billetes y royalties. Totalmente prescindible.