Enrique Urquijo y sus canciones fueron mis fieles compañeros en esa dura etapa de final de la adolescencia y la crudeza y fatalismo de sus letras, un lugar al que agarrarse un tipo como yo, complicado, algo oscuro y muy sociópata. Por eso creo que merecía mi más sentido homenaje.
Y la mejor manera, era dedicarla a la recopilación de sus mejores canciones, con lo difícil que era elegir en este caso y que contenía canciones legendarias de su grupo madre, Los Secretos.
Como Otra Tarde,que a día de hoy mantienen vigencia en mi corazoncito, con fragmentos como "que tengo que ser para ser algo, para quererte solo valgo", la inmensa maravilla salida de la pluma del señor Quique, Aunque Tú No Lo Sepas, y sus recreaciones de los temones de Jose Alfredo Jiménez como la inolvidable y totalmente actual Mundo Raro.
Quiero Beber Hasta Perder El Control, que me transporta directamente a mi amigo Rufo y a las aventuras vividas con su Arosa rojo (aunque realmente me pasa con todas); No Quiero Que Me Veas Esta Noche, canción que alguna vez he cantado mentalmente cuando tenía que ver a mi musa y dama de mis sueños (C.B.D.P.), a la cual también le podría dedicar Solo Pienso En Tí, la cual va sobre la musa de un pintor al que le es imposible plasmar su belleza y yo que ando con las primeras hojas de mi primera (y supongo que última) novela sufro en mis carnes.
Que pena que se nos fuera este genio, y que necesario su legado, ya que los losers decadentes, los hipocondríacos de base, las aves nocturnas y de paso y bohemios varios, siempre tendremos en ellas un faro al que dirigirnos para no hundirnos del todo.
Y que difícil acabar estas líneas sin que se escape ninguna lagrimilla, ya que en ellas hay mucha nostalgia, mucho amor, y mucha admiración. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?.