Diré para empezar que me hace especial ilusión que bandas, como es el caso, que hemos tenido en nuestra sección de la apuesta telúrica respeten nuestra opinión y sigan confiando en nuestro criterio para hablar de su música.
Con Gensound no hay medias tintas, ya que practican un sonido abierto para paladares bien diversos pero con la base del talento y del buen hacer sonoro como bandera, de este modo son capaces de dejarnos boquiabiertos desde la primera canción y que titula al grupo y al disco, con unas cuerdas con un flow exquisito y un funk-pop que beneficiado por la voz privilegiada de Eva Manzano te hace sentir como dentro de cualquier film de la saga Shaft.
Cherry-Tree, la joya soluera con la que les descubrimos y que no ha hecho más que ganar y ganar con el tiempo y cada escucha; Despierta, himno positivo y positivista donde los haya que debería ser de escucha obligada para el mundo mundial nada más nacer cada el día; la juguetona y divertida He He Brother, que me temo que ha de ser toda una gozada en su traslado al directo y para servidor el hit-single del disco; o ese conciso indie-rock de Spinning Wheel, en que se huelen influencias de Placebo o Veruca Salt son razones más que claras para seguirles la pista.
No quisiera obviar ese final por todo lo alto de Lond-On, juego de palabras del título para un tema de influencia totalmente brit que te atrapa con esos coros dignos de cantos de sirena, y que rubrica un gran trabajo en el que quizás me atrapan menos en los pasajes más tranquilos, pero eso solo acentúa la fuerza de sus piezas de soul, funk y buen pop y no es absolutamente nada malo, más bien un equilibrio necesario.