A un título tan atractivo como Era Warhol, no podía sinó acompañarlo una no menos atractiva y colorida portada. Y claro, a eso le tenían que acompañar las canciones que incluyera en su interior, cosa que ya os avisamos antes de citarlas, que lo hace con creces.
Y es que empezando por un single tan potente como El Mundo Al Revés, ¿que podía salir mal?. En ella se desgañitan a base de buen rock para retratar sin tapujos la realidad que nos invade, con momentos de tanta inspiración y verdad como "los poetas callan, los músicos no tocan, los programas venden humo, venden falsas estrellas". ¡Ahí lo lleváis!.
No menos certera es la ecologista Eclipse, que musicalmente me ha trasportado a los primeros discos de Matchbox Twenty, de los que a día de hoy me sigo declarando totalmente fan; Parodia, primera que nos descubrieron del disco y en la que se nos muestran un pelín más épicos e igualmente con la pluma afilada; o la inmensa adaptación de El Rayo Que No Cesa de Miguel Hernández, que con una entrada a piano y voz pausada (Juanma está que se sale) para desembocar en una amalgama de guitarras distorsionadas y rascando la garganta, acaba emocionando y dejando boquiabiert@ a cualquiera.
Y guardábamos la sorpresa para el final, ya que si nos entregan un rock alternativo que bebe directamente de los noventa, no se mueven de esa década y se atreven con un exitazo pop que much@s seguimos teniendo en mente, con una versión del recordado y mítico Ready To Go de Republica, muy fiel y respetuosa con la original (quizás podrían haberle dado un giro más al tema, aunque así me encanta). Un trabajazo que les debería poner en el lugar que merecen, cosa que esperamos que no tarde en suceder y queremos estar allí cuando eso suceda.