En él se entremezclan de forma natural el campo y las máquinas, dando como resultado una especie de folklore electrónico de tono experimental y creando piezas hipnóticas que van desde la inicial Cantil. Vocerío De Pestilencia, de poco menos de un minuto a la última de ellas, Trashumante. Clamor Tras Flama, la más larga del disco y una estridencia controlada sorprendente.
Entre ellas, canciones como Halagas. Himno Hacia Geografía, que nos conquistan con su jaleo y su rítmo flamenco; Mana. Sentires A Espíritu, una de las más calmosas y místicas de entre todas ellas o Abisal. Vocería De Resistencia, que a base de samples articula un discurso de nuevo en menos de un minuto. No es un trabajo fácil, ni siquiera de fácil escucha, más bien un experimento sonoro con el que no hay otra opción que meterse dentro y dejarse llevar. Una vez conseguido ese punto, entraréis en una experiencia sonora única. Y en los tiempos que corren de perreo y repetición de fórmulas, no está de más que aparezcan trabajos como el que nos ocupa.