Aunque solamente fuera por lo que dijo de que U2 acabarían siendo sus putos teloneros, esta primera aventura sonora de Liam Gallagher con su propio nombre, ya tenía medio cielo ganado. Si además éste está cargado de temazos, pues mi entrega para/con él es total.
Ya desde la primera canción, la impepinable Wall Of Glass, en la que obviamente nos encontramos con esa semilla Oasis presente, eso si, con una producción de lo más nítida y sobre todo muy actual y muy moderna, convirtiendo este tema en uno de los más inesperadamente adictivos de lo que va de año.
Tampoco se quedan cortas en eso You Better Run, que desde ya me apodero para mis noches de pinchadiscos; y Greedy Soul, que le acerca a los últimos y más rítmicos Kasabian, lo que deja claro que no vive tanto del pasado como muchos quieren pensar. Obviamente no podremos dejar de pensar en la banda que compartió con su hermano al escuchar Universal Gleam; la maravillosa Bold, de la que dan ganas de corear hasta las palmas; o con la muy "beatleliana" (y no por ello menos "oasisiana") Paper Crown.
Los freakazos afortunados que hemos optado por la Deluxe Edition podemos disfrutar además de tres bonus tracks que podrían haber formado tranquilamente parte del disco, ya que Doesn't Have To Be That Way tiene verdadera alma de hit; All My People / All Mankind, con esos acordes folkies y su emocionante épica sorprenderá seguramente a muchos; y I Never Wanna Be Like You, pieza acústica perfecta de colofón para esta primera entrega del rebelde de los Gallagher, del que ya avisa que trabaja en la continuación. Canelita fina.
Yo de momento, feliz de ser de los pocos suertudos que tuvimos la paciencia y la picardía de conseguir entrada para su concierto en Barcelona, y del que espero que tanto Northern Sky como servidor daremos rendida cuenta allá donde creamos conveniente (yo aquí, eso seguro).