Y otra cosa, que esta si que es más molesta; y es que ya estoy harto de comentarios sacados de la manga contra este, un grupo que ha ido evolucionando paso a paso, y haciéndonos entrar en su mundo, catalogándolos con adjetivos tan estúpidos como "comerciales" o "vendidos", cuando tras el éxito de su anterior trabajo, siguen a su bola, y editan este disco tan poco "comercialmente vendible" y con nada menos que 18 canciones.
Letras sobre la noche y sus consecuencias, cargadas de la magia, romanticismo y surrealismo delirante propio del gran Santi Balmes, algunas tan disfrutables y hedonistas como Si Tu Me Dices Ben, Yo Digo Affleck; Los Toros En La Wii (Fantástico); Pizzigatos o 667.
Canciones de esas que servidor disfruta en un rincón en los conciertos mientras los ojos pican y las lagrimillas caen disimuladamente, mientras los mecheros y móviles la acompañan, como mi favorita hasta la fecha, La Noche Eterna, para mí la mejor manera de empezar un cd; la realista Belice; Oníria e Insomnia, magistral y valiente single donde los haya; Wio, Antenas y Pijamas (brutalmente bonita); o esa exquisitez con la que se es imposible no sentirse identificado, Clínicamente Muerto.
También temazos marca de la casa, llamados a ser clásicos instantáneos como la épica Los Seres Únicos, o El Hambre Invisible, con frases como "así es mi identidad, muñecas rusas que no acaban jamás" que hacen rendirme aún más a sus lesbianos pinreles.
Demasiados aciertos como para ser criticados tan libremente, simplemente por haber sido número 1 de ventas, merecidamente además, por su camino recorrido, su integridad y su mundo único. Parecerá que peco de falta de objetividad, pero me importa unas narices lo que piense el resto del mundo.
El artwork y clip, de nivelazo como de costumbre, corre a cargo de Lyona, cosa de la que nos alegramos enormemente los fans de ambos. Muchos hubieran como ellos...