Fiesteros, descocados, desprejuiciados, y con discurso propio y dificilmente comparables con nadie, nos ofrecen un repertorio cargado de frescura y canciones redondas, de esas que te activan y te animan los días tontos.
El ritmo marcial de Mil exemples; la bailonga Consell de direcció, tremendamente adictivo y con el añadido de unos coros que a mi personalmente me vuelven loco; ese himno al estilo Ben Folds que es Superficial, con ese sentencia que es "ets sents superficial, perque no les coneixes però t'hi vols casar, et sents superficial, perque semblen tontes.../te sientes superficial, porque no las conoces pero con ellas te quieres casar, te sientes superficial porque parecen tontas..."; el ritmo cabaretero desbocado de Incompetència horaria i Neu a l'oceà, la exquisitez del single Pastís y cualquiera de las canciones del disco, te dejan un poso de satisfacción, quizás gracias a ese ramalazo beatle predominante y de fuera fantasmas del mal humor, como relamente pocos grupos últimamente hacen, y todo sin decirnos que trabajamos haciendo de perro ni que los feos no somos los raros, que ya tiene su mérito.
Apuesten por ellos.