Tras el alias de Paul Zinnard se esconde el músico malloquín Carlos Oliver, líder de grupos esenciales de nuestra música como The Bolivians, y más recientemente los grandísímos The Pauls, y que con este nos entrega su segundo trabajo en solitario tras Songs Of Hatred And Remorsed.
Canciones increibles que nos transportan a lo mejor de la música americana de las últimas décadas, y que nos aproximan a los sones de Bob Dylan en la "saloonera" Happyness; de Tom Petty en la inicial A Good Thing That You Know, o a los The Eels más reposados en Listen Everybody y en My Shoes, en la que los propios zapatos nos dan su visión de lo que sucede en esta historia.
También me gustaría destacar ese canto de admiración que es John Wayne, al emblemático actor de westerns, en que su voz es fácil de confundir con la de Jakob Dylan o el ya citado Mark Everett (bajo el nombre del grupo).
Un disco de sonido atemporal y producción limpia y nítida, que por desgracia no ha tenido la repercusión merecida hasta el momento, pero que ha encandilado me temo a todo el afortunado que ha podido disfrutar de él.
Por nuestra parte, agradecer con todo el corazón a su sello Two Mad Records (¡un nombre genial!), que nos hicieran llegar una copia de esta pequeña joya de forma circular, y recomendarlo hasta la saciedad ya que bien lo merece.