Lo de nuestra web con Raphael diría que va más allá de lo estrictamente musical, sinó que se trata ya de una admiración rendida al personaje, quizás el más esencial en las últimas décadas de nuestra musica nacional.
Con él nunca hay riesgo de encontrar un mal disco, sinó de que sean menos mejores que otros, cosa que no es para nada el caso del que nos ocupa, en el que revisita algunas de sus canciones más románticas de entre todas las que ha interpretado y las viste bajo la batuta de la Orquesta Sinfónica de RTVE, lo que les da otro aire y punto de vista sonoro.
Así nos encontramos con la épica desgarrada de No Puedo Arrancarte De Mí; el pegadizo y diría que adictivo nuevo traje para Hay Momentos De Amor, de la que nada tiene que envidiar a las guitarras de tantas y bandas indies y con una sección de vientos exquisita; la siempre inmensa Se Me Va, una de las obras cumbre para quién escribe de Manuel Alejandro, y que ya sea en esta, en la voz de Bambino o la de Elefantes es simplemente una pieza única.
No olvidarnos del tono casi marcial de En Carne Viva como uno de los grandes logros aquí incluidos; y ante todo y sobre todo del gran himno a ser uno mismo que es Que Sabe Nadie, que conquista, convence y emociona con este tono más pausado, aunque quizás sería interesante haberla visto con unas baterías al estilo de Los Planetas y algo más de distorsión en las guitarras; pero eso solamente es un hablar por no callar.
Un grande que no necesita de festivales para demostrar que es independiente, que va a la suya, que sabe cual es su camino y al que nadie puede igualar ni que se lo proponga con ahínco. Una delicatessen, oigan...