Mi idea principal cuando empezamos con esto era de poder hablar de discos que me encantarán para que, explicando lo que a mi me transmiten, hacer que les entre el gusanillo a quien no tenga la suerte de conocerles hasta la fecha. Y Cojones hace eso de forma aplastante.
Tras los buenos momentos que nos regaló con Los Amigos Imaginarios, Santi Campos se presenta a pelo para con su lucidez y su afilada pluma dejarnos noqueados ante tal dosis de certeza y de realidad ante lo que estamos escuchando.
Permítanme que empiece por mi favorita, la inmensa Lento, con la que personalmente he logrado un punto tal de empatía que realmente asusta, con trazos tales como "no odiaba casi nada, no llegó a amar a nadie, no conservó recuerdos, nada importante" o "él no era mal hombre, solo estaba ausente y cuando le asustaban enseñaba los dientes. Él no era mal hombre, solo un poco lento". ´
Corazón De Cuerda, que debería ser desde ya un himno generacional; la tristemente cierta Hasta Que Sangre; la dura belleza que destila Arco Del Triunfo, o Gigantes, con la que desmonta clichés de un plumazo, deberían ser suficientes razones para poner a este musicazo donde se merece.
A modo de anécdota de fan, lamento no haberle dicho a nuestro amigacho Carlos Cros que me presentara a él y a otros grandes que estaban en el concierto de Francisco Nixon de hace poco más de un año en Barcelona, pero es lo que tiene ser un puto nerd. En resumen, un discazo que desde el título deja claras sus intenciones y lo que vamos a encontrar en sus adentros, y es que para decir lo que dice y de la forma que lo hace hay que tener muchos y muy buen puestos.