Antes que nada, decir que Simple Minds nunca fueron santo de mi devoción, y que mi exploración de la banda se limitaba a los singles que han quedado grabados entre el populacho para la posteridad, así que ante este trabajo se podría presuponer que iría con algún prejuicio previo.
Pero no es el caso, ya que me enganché a Magic desde la primera escucha sin saber que era suya, así que todo lo dicho arriba queda fulminado de entrada. Y es que se trata de todo un hit single que con sus dosis de electrónica sutil y esa épica marca de la cosa, les acerca más a bandas alumnas suyas que a sus éxitos pasados.
Aunque en casos como The Signal And The Noise, inevitablemente estés esperando que se saque de la manga y a grito pelado un "don't you, forget about you"; en canciones como Summer y Walk Between Worlds, que además sirve de título para el disco, no están tan lejos de los últimos pasos de bandas como The Killers, Editors, o incluso Keane, razón por la que pueden llegar con facilidad a los fans de las bandas citadas.
Además, en la Deluxe Edition podemos encontrar tres temas más, dos bonus tracks y una versión en directo de Dirty Old Town, y de entre ellas destacaría la magnífica Silent Kiss, en la que adivino una clara influencia de David Bowie. Supongo que no se convertirán de golpe y porrazo en ninguno de mis grupos preferidos, pero al menos demuestran que aún con los años que llevan de carretera pueden ofrecer trabajos de calidad, cosa que no se puede decir de las mierdas que nos ofrecen algunos coetáneos suyos, U2 para ser más exactos.