Un disco intenso, cargado de rock del bueno y en que las cuerdas de Marr se hacen notar de la forma que sólo él sabe hacerlo.
Sólo con escuchar canciones como Nothing, vivo ejemplo de cómo se debe vivir un tema, la tensión controlada de City of Bugs, el futuro hit (y sinó al tiempo) Hari Kari, o canciones con un pie en la escuela de los irlandeses Ash, cómo es el caso de Cheat on me o We share the same skies. Y si con esto no había bastante, atención al pildorazo que es Victim of mass production, perfecta para pinchar junto al Cumpleaños total de Los Planetas, o al menos a servidor se lo parece.
Pronóstico grandes cosas a estos chicos. Roco dixit.