Esta parte sonora que nos ocupa de Quema La Memoria completa (y complementa) a ese impresionante libro con todas las letras escritas por nuestro protagonista, y en el que encontramos un primer disco con una selección personal del propio Ramón para resumir la primera década de éste proyecto, banda sonora de la misma para muchos entre los que me incluyo; y un segundo en el que incluye temás inéditos y canciones que quedaron fuera del tracklist de los trabajos editados.
Del primero, ver como nos siguen emocionando en cada escucha (y como la primera vez, clásicos ya de su discografía como Lo Bello y Lo Bestia y Desencuentros; o ver como sigues cantando a modo de groupie los temos que son Variables, Tú, Garfunkel o Reina Del Amazonas, a la que por cierto tengo un cariño especial por todo un poco; da que pensar que estamos ante un repertorio al alcance de muy pocos.Para dar de comer aparte el dueto con Zahara en Por Tradición, en la que la emoción ya implícita en ambas voces sería capaz de derretir icebergs como si fueran cubitos de hielo al sol. A mí se me eriza el vello cada vez que la esucho, y doy fé que lo he hecho y haré muchas veces. Magia Absoluta.
Lo del segundo, con piezas del calibre de Demasiado En Cuenta; la magnífica Naturaleza, de la que por cierto recientemente publicó un clip dirigido por su talentosa hija Jazz; o los "mano a mano" con Eric Fuentes en Disfuta Perdiendo (¡puto hit!); A Las Tantas, con María Rodés; Tan Valent, con La Brigada (de los que por cierto necesito ya un próximo disco sí o sí, o en su defecto de Pere Agramunt en solitario); y la mutación de su emblemática La Cafetera junto al maestro Paco Loco, que además de mostrarnos su talento como letrista, es también una buena muestra del cariño y admiración que provoca en sus compañeros de profesión.
Una bella mirada hacia atrás para seguir hacia adelante de quien es a mi humilde entender la más nítida voz de toda nuestra música (y una de las más emocionantes, claro), sumado a una forma de escribir con unas letras personales entre lo bonito y lo cínico; y lo divino y lo terrenal. Gracias por todo esto y por lo que vendrá, amic Ramón.