Obviado esto, y poniendo en duda la opinión que yo pueda tener sobre el post-rock (en este caso, quizás lo más adecuado seria llamarlo post-electrónica punkista) ,el trabajo de estos chicos, antes que nada, me parece muy orgánico. ¿Y que quiero decir con esto? Pues que a pesar de crear paisajes a través de maquinas, a sus canciones se les atisba alma, ganas de expulsar sentimientos.
A mí me parece ver referentes más cercanos, y siempre salvando las distancias adecuadas, me parecen mucho más cerca de por ejemplo Atari Teenage Riot o de la última entrega de These New Puritans, que de los anteriormente citados, incluso osaré decir a riesgo de ostias, que con A forest of gleyhounds hanged, podrían pillar a algún fan despistado de los Mendetz más recientes.
Si es cuestión de sacar conclusiones, a grandes rasgos, me atreviría a decir que es ruido (mucho y bien colocado) con corazón, si es cuestión de pedirme mi opinión en cuanto a preferencia, sé que tendrá sus momentos en mi reproductor y que estos chicos tendrán una carrera productiva y exitosa en su ámbito, eso está claro, lo que sé también es que mucho rato no será mi música de acompañamiento.
Quizás no era yo el más indicado para hablar de un estilo que tengo muy poco palmeado y que no sé degustar como merece.