Esa noche iba a ser especial para Ray, ya que festejaría sus 70 años (y el nuevo milienio) con un show que incluiría una Big Band.
Por problemas aéreos la banda nunca llegó a París; quedó atascada en Lisboa y Charles tuvo que improvisar un setlist nuevo.
Para ello reclutó a un bajista, un baterista y un guitarrista y ahí mismo, en la habitación del hotel, ensayó los arreglos con los que saldría a escena por la noche.
Casualmente, el primer escenario europeo que había pisado Ray, cuarenta años antes. Imperdible.